El candidato republicano Donald Trump presentó este lunes el plan económico que implementará si es que llega a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de noviembre. En el discurso que pronunció en Detroit, símbolo del declive industrial de Estados Unidos, el multimillonario prometió una importante rebaja impositiva, especialmente para la clase media estadounidense.
Según Trump, esta reforma supondrá la mayor revolución fiscal desde la que realizó el ex presidente republicano Ronald Reagan en los años 80.
También prometió que sacará a Estados Unidos del TPP, el tratado de libre comercio firmado entre varios países de la cuenca del Pacífico. Y aseguró que renegociará el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) con México y Canadá o incluso se retirará de él si lo considera necesario.
Según el candidato republicano, el TPP será un desastre mayor para la industria automovilística que el TLCAN, que entró en vigor durante el gobierno del ex Presidente Bill Clinton.
Un voto por Hillary Clinton es un voto por el TPP y también un voto por el NAFTA advirtió el multimillonario. Americanismo, no globalismo, va a ser nuestro nuevo credo, prometió Trump.
Mencionó una drástica reducción a 15% del impuesto a las empresas que actualmente es de 35%, una medida que ya había sugerido en septiembre para detener la tendencia de grandes corporaciones a trasladar sus casas matrices a países en donde pagan menos impuestos.
También dijo que impondría un impuesto de 10% a los miles de millones de dólares que las empresas estadounidenses tienen estacionados en el exterior. Ese impuesto las estimulará a que repatríen ese dinero, dijo.
Los impuestos a las rentas personales también serán reducidos, dijo Trump, y la cantidad de franjas de gravámenes pasará de siete a solo tres. La tasa más alta de impuesto a la renta sería de 33% contra el 39,6% actual.
Trump prometió cortar masivamente las regulaciones y especialmente quitarle el ancla que lastra a las pequeñas empresas. Esa es una medida que los republicanos han tratado de conseguir durante la era Obama.
Esa moratoria, ayudaría al magnate de bienes raíces a ganar el apoyo de los pequeños empresarios que insisten con que Obama les ha impuesto muchas normas que les restan competitividad.
El programa económico de Trump incluye otras propuestas largamente reclamadas desde el campo conservador, como la supresión del impuesto a las herencias. Ese gravamen actualmente se aplica a toda herencia de más de US$5,45 millones.
Los trabajadores estadounidenses pagan impuestos toda la vida: No deberían ser gravados nuevamente en la muerte. Eso, simplemente, está mal”, dijo.