El empresario argentino Lázaro Báez, detenido en el marco de una causa por supuesto lavado de dinero, afirmó que, pese a las acusaciones, no es “testaferro” de la ex-presidenta argentina Cristina Fernández ni de la familia Kirchner un conversación telefónica desde la cárcel con el portal argentino Infobae.
Quien fuera estrecho colaborador del ex presidente Néstor Kirchner (fallecido en 2010) y principal adjudicatario de la obra pública en el sur del país durante el kirchnerismo lamentó que él y su familia hayan sido “condenados anticipadamente” por la opinión pública.
“No soy testaferro de Cristina Fernández de Kirchner ni de la familia Kirchner. Un testaferro no pediría en la causa y por escrito que se investigue la obra pública porque aparentemente todo el mundo pretende que se corte el hilo en Lázaro Báez”, recalcó.
El dueño de Austral Construcciones hizo hincapié en que su defensa ha pedido que se investigue la concesión de obras públicas y aseguró que la información que sale a la luz está orientada a inculparle a él y a su familia.
“No sé si se trata de traición o no traición, lo que sí creo es que acá hay demasiada mano extraña para que, vuelvo a reiterar, el hilo se corte en Lázaro Báez”, acusó. Ejemplo de ello, según el detenido, son los incidentes que vivieron sus hijos semana cuando, llamados a testificar por la Justicia en el marco de la misma causa, regresaron a Buenos Aires y sufrieron insultos de la gente mientras que Máximo Kirchner, hijo de los ex presidentes que casualmente viajó en el mismo avión- pasó sin inconvenientes.
“Es una expresión clarita de lo que estamos hablando. A mis hijos los insultaron y atrás sale el hijo de la ex presidenta... muy amable, todo el mundo una recepción fantástica. Nosotros no somos los que manejábamos los intereses de este país y tampoco éramos los que direccionábamos, como dicen, la obra pública ni nada que se refiera a concesiones, esto, aquello o lo demás”, dijo.
“Está muy marcado que está direccionado todo ese insulto y esa agresión hacia mis hijos”, agregó. “Está armado. No piensan en que hay una familia y que la investigación no finalizó, está en una etapa de investigación. Acá hemos sido condenados anticipadamente”, concluyó.
Báez permanece detenido desde abril pasado en forma preventiva en la cárcel federal de la localidad bonaerense de Ezeiza acusado de integrar una presunta red de lavado de dinero supuestamente procedente de la obra pública.
El pasado jueves, la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal de Argentina ordenó al juez que dirige la causa, Sebastián Casanello, investigar a la ex presidenta Cristina Fernández y ratificó el procesamiento de Báez.
Aunque los magistrados de la Cámara avalaron la postura de Casanello sobre el procesamiento contra Báez, discreparon respecto a la línea de la investigación por considerar el enfoque “errado” y “equivocado”.
“El más elemental sentido común torna necesario que se avance sobre las sospechas que vinculan a la procedencia ilícita de los bienes, con la larga lista de adjudicaciones de obras públicas que beneficiaron a empresas de Lázaro Báez, en forma paralela a las relaciones -cuanto menos- personales y comerciales que lo unían con las más altas autoridades del Poder Ejecutivo”, sostuvieron.