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Boris Johnson, tras el Brexit, apunta a suceder a Cameron en 10 Dowing Street

Viernes, 24 de junio de 2016 - 21:45 UTC
Johnson, diputado por la circunscripción de Uxbridge & Ruislip, al noroeste de Londres, fue el rostro de la campaña a favor del Brexit Johnson, diputado por la circunscripción de Uxbridge & Ruislip, al noroeste de Londres, fue el rostro de la campaña a favor del Brexit
Con fama de histriónico y un sentido del humor que hace reír hasta a sus más acérrimos enemigos políticos, Johnson, de 52 años, es el típico “tory” británico Con fama de histriónico y un sentido del humor que hace reír hasta a sus más acérrimos enemigos políticos, Johnson, de 52 años, es el típico “tory” británico

Con su carácter mediático y despeinado pelo rubio, Boris Johnson es el antiguo alcalde de Londres que ganó su apuesta por el Brexit, la salida británica de la UE. Este “tory” es para unos un político simpático y para otros un bufón, pero a pocos deja indiferente.

 Dado el éxito cosechado en el referéndum, no se descarta que pueda entrar en el número 10 de Downing Street, muy probablemente tras ser nominado líder de los tories en la convención conservadora programada para octubre próximo.

Johnson, diputado por la circunscripción de Uxbridge & Ruislip, al noroeste de Londres, fue el rostro de la campaña a favor del Brexit, con sus discursos apasionados sobre el futuro del Reino Unido, que algunos compararon con el estilo de Winston Churchill.

Con fama de histriónico y un sentido del humor que hace reír hasta a sus más acérrimos enemigos políticos, Johnson, de 52 años, es el típico “tory” británico: partidario del Estado pequeño y de la mínima intervención estatal, y defensor de las tradiciones del país.

Alexander Boris de Pfeffel Johnson nació el 19 de junio de 1964 en Nueva York, pero su familia regresó poco después al Reino Unido.

Sus orígenes no son puramente británicos, ya que su bisabuelo por parte de padre fue un periodista llamado Ali Kemal que sirvió en el Gobierno de Ahmed Pasha, gran visir del Imperio Otomano.

Aunque se ha educado en los mejores colegios y tiene un acento inglés asociado a las clases privilegiadas, Johnson ha conseguido romper un poco esa imagen clasista para ganarse votos que le permitieron ocupar la alcaldía de Londres entre 2008 y 2016.

“Boris”, como le llama todo el mundo y como le grita la gente en la calle cuando lo ve montando en su bicicleta, estudió en el exclusivo colegio de educación secundaria de Eton y Humanidades en el Balliol College de la Universidad de Oxford, antes de ser periodista.

Junto con el líder del Partido Conservador, David Cameron, que estudió en la misma Universidad, Johnson fue miembro del club Bullingdon de Oxford, una asociación estudiantil famosa por sus fiestas y porque los jóvenes destruían comedores para hacerse cargo después de los gastos de reparación.

Más popular y carismático que Cameron, Johnson fue periodista de medios conservadores como los diarios The Times (fue despedido por inventarse una cita) y The Daily Telegraph, y director del semanario Spectactor.

Pero se hizo famoso como moderador del popular programa de televisión “Have I got news for you?” (¿Tengo noticias para ti?), en el que los invitados debaten con mucho humor las noticias de la semana y juegan con titulares de los periódicos.

En 2001 entró en política al ser elegido diputado por Henley-on-Thames, una circunscripción inglesa muy conservadora.

Desde entonces, su carrera política ha ido en ascenso. Fue portavoz de las Artes bajo el liderazgo conservador de Michael Horward y después responsable de Educación Superior con Cameron.

Dada su creciente popularidad, el Partido Conservador -que llevaba en la oposición desde 1997- vio rápido en Johnson una oportunidad y lo presentó como candidato “tory” a la alcaldía de Londres en 2007, venciendo un año después al laborista Ken Livingstone.

Tras asumir la alcaldía, Johnson prohibió el consumo de alcohol en el transporte público de Londres, evento que horas antes de su entrada en vigor fue marcado por mucha gente subiendo borracha a los autobuses y trenes, lo que motivó la detención de varias personas.

También puso otra vez en las calles el “Routemaster”, el autobús rojo de dos pisos del que se puede subir y bajar en movimiento, y que Livingstone había retirado por razones de seguridad.

Apasionado del ciclismo estableció, al igual que en otras ciudades europeas y con el fin de reducir el tráfico, el sistema de bicicletas públicas que, previo pago, se pueden retirar y dejar en distintos puntos de Londres.

Después que Cameron convocase el pasado febrero el referéndum sobre la permanencia o salida británica de la UE, Johnson manifestó su intención de respaldar el Brexit, si bien reconoció en su momento que lo hacía sabiendo que arriesgaba su futuro político.

Con sus discursos apasionados, Johnson visitó distintas zonas del país, habló con trabajadores de fábricas y con la gente en la calle, a quienes convenció sobre la necesidad de “recuperar” al país de la influencia de la UE y también el control de sus fronteras.

Así, Johnson presentó durante su campaña un futuro prometedor para su país fuera del bloque europeo al insistir en las enormes posibilidades del Reino Unido para negociar acuerdos bilaterales con países como EE.UU. o los miembros la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth, antiguas colonias).

Tampoco ha ocultado sus ambiciones políticas y, dado el éxito cosechado en este referéndum, los analistas no descartan que en algún momento pueda entrar en el número 10 de Downing Street.