La baronesa Sayeeda Warsi, ex presidenta del Partido Conservador y ex ministra de Asuntos Exteriores, partidaria de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, sorprendió este lunes al decidir no apoyar más la idea del Reino Unido fuera del bloque.
Warsi dijo que la campaña se ha vuelto xenófoba y racista y está sirviendo para perpetuar las mentiras, y expresó su indignación con el tono que ha tomado la campaña en defensa del brexit en referencia a un polémico cartel anti-inmigrante impulsado por Nigel Farage, líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), como la gota que rebalsó el vaso.
El cartel muestra una imagen de inmigrantes no blancos que hacen fila para entrar a Europa bajo el lema Breaking Point (Punto de ruptura), una idea que Farage defendió: La intención es utilizar el cartel un día para mostrar que la UE es en todos los sentidos un proyecto fracasado.
Desde la crisis de refugiados, aún en marcha, la limitación del ingreso de extranjeros al Reino Unido se convirtió en una obsesión de buena parte de los sectores más conservadores de esa sociedad, y Farage puso el dedo en la llaga con su cartel de campaña.
Pero para la baronesa, sin embargo, esa campaña es también un punto de ruptura para mucha gente que hasta ahora era partidaria de la salida.
El odio y la xenofobia de la campaña por el brexit dio un paso demasiado lejos, dijo Warsi en declaraciones al diario británico Times, sobre el motivo por el cual había dejado de reconsiderar al Reino Unido fuera del bloque, una decisión personal que no ha sido nada fácil.
En tanto, las dos cámaras del Parlamento británico, que habían estado en receso, se reunieron el lunes por la tarde en Westminster para recordar a Cox, de 41 años. Cada miembro del Parlamento portaba en su ojal una rosa blanca en señal de respeto a su colega parlamentaria en la reunión extraordinaria, convocada para rendirle tributo a la laborista.
También se colocó una rosa blanca y otra roja en el banco donde Cox se sentaba en la cámara, su familia se encontraba en la tribuna donde se ubica el público, junto a sus dos pequeñas hijas y su marido Brendan, todos tomados de las manos.
No solo Warsi reaccionó ante los carteles de Farage. También lo hicieron Michel Gove y Boris Johnson, ambos líderes de la campaña Leave (dejar la UE), que marcaron distancia del líder del UKIP -que no es parte de la campaña oficial por el brexit.
Ambos lo acusaron de tratar de asustar a los votantes mostrando un cartel con las imágenes de una larga cola de inmigrantes. Gove dijo que se estremeció cuando vio la foto, que fue tomada en Eslovenia, y consideró que era un error y lo peor que se puede hacer.
A su vez y en declaraciones respecto a la inmigración, Johnson, ex alcalde de Londres, mostró también un punto de inflexión en ese sentido, se definió como pro inmigración y se mostró partidario de una amnistía para aquellos inmigrantes indocumentados que lleven más de doce años en el Reino Unido y no se han integrado adecuadamente.
No obstante, agregó que esa amnistía sería la opción económicamente racional y humana e implicaría retomar el control de un sistema que, por el momento, está completamente fuera de control.
Durante la sesión extraordinaria, poco después de las 14, hora local, el Presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, visiblemente conmovido, dijo que Cox, estaba decidida a vivir la vida al máximo. Luchó por víctimas de la pobreza y la injusticia tanto en el país como en el extranjero.
La definió como una persona cariñosa, elocuente, con principios e inteligente, movida por el amor y la solidaridad, y una incansable activista por la igualdad, los derechos humanos y la justicia social.
Bercow sostuvo que un ataque como este afecta no sólo a una persona, sino a nuestra libertad. Es por eso que nos reunimos aquí, tanto en su honor y para volver a duplicar nuestra dedicación a la democracia.
A su turno al Primer Ministro, David Cameron, quien aseguró que las políticas de Cox fueron inspiradas por el amor y llamó a unirse contra el odio que la mató.
En un emotivo discurso, Cameron volvió a recordar a Cox cuando trabajaba en Darfur en 2006, luchando por la vida de los refugiados y elogió su dedicación a la labor humanitaria, en Sudán, República Democrática del Congo y Siria.
También anunció que este miércoles, el día que Cox hubiera cumplido 42 años, se realizará un homenaje global para honrar su memoria, incluyendo Londres, Nueva York, Bruselas y Oriente Medio.
Por su parte, el líder laborista opositor, Jeremy Corbyn, quien destacó la integridad y talento de Cox, dijo que deben ser conscientes de que su asesinato es un ataque a la democracia y llamó a la unión para cambiar la política respecto a la tolerancia. Necesitamos una política más amable y más suave, expresó Corbyn.
Luego de la ceremonia que duró más de una hora y finalizó con una ovación de todos los presentes, los parlamentarios se dirigieron a la iglesia de St Margaret's Church ubicada en los terrenos de la emblemática abadía de Westminster para un oficio religioso especial.