La ministra argentina de Relaciones Exteriores dijo el viernes que cree que no existe conflicto de intereses entre su intención de ser la próxima secretaria general de la Organización de las Naciones Unidas y su trabajo ministerial incluyendo el reclamo de Argentina sobre las disputadas Islas Falklands/Malvinas.
Argentina reclama soberanía sobre archipiélago ubicado en el Atlántico sur, un territorio británico de ultramar. Argentina realizó en 1982 una fallida invasión militar de las Islas repelida por Gran Bretaña.
Como ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra ha intercedido a favor del reclamo de Argentina y recientemente lo mencionó cuando el presidente Mauricio Macri se reunió con el primer ministro británico David Cameron en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
Argentina presenta con regularidad el tema ante la Organización de las Naciones Unidas, particularmente el Comité de descolonización o el C24.
En marzo de 2013, las Falklands celebraron un referendo con observadores internacionales y una aplastante mayoría se expidió a favor de permanecer como Territorio Británico de Ultramar.
El secretario general de la ONU es escogido por la Asamblea General de 193 miembros con base en la recomendación de las 15 naciones que conforman el Consejo de Seguridad del organismo internacional, del cual el Reino Unido es miembro permanente.
Tradicionalmente, el cargo de secretario general ha rotado entre regiones, y lo han tenido personas de Asia, África, Latinoamérica y Europa. Algunos países en el este de Europa, incluida Rusia, argumentan que su región nunca ha tenido uno de sus ciudadanos como secretario general y que es su turno.
Un grupo de 56 naciones ha estado intercediendo para que la ONU tenga su primera secretaria general. Malcorra fue subsecretaria general del organismo y jefa de gabinete del secretario general Ban Ki-moon, cuyo período a la cabeza de la ONU termina el 31 de diciembre.