El ex candidato presidencial venezolano Henrique Capriles, principal impulsor del revocatorio de Nicolás Maduro, advirtió que el país es “una bomba” que puede estallar si las autoridades no permiten que ese proceso se celebre este año.
”Nosotros le decimos con toda la responsabilidad al Gobierno, si ustedes trancan (obstruyen) la vía democrática nosotros no sabemos lo que pueda pasar en este país, Venezuela es una bomba que en cualquier momento puede estallar”, dijo el también gobernador del estado de Miranda durante una concentración opositora.
La oposición ha sido convocada para presionar en la calle a las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) para que acelere el trámite de solicitud introducido por la oposición, Capriles aseguró que “no hay ninguna razón para que este año no haya revocatorio, salvo que ellos quieran trancar la vía democrática”.
El objetivo de los opositores es lograr que el CNE inicie cuanto antes el trámite de verificación de las casi dos millones de firmas entregadas el pasado 2 de mayo a las autoridades como respaldo de la solicitud de un revocatorio presidencial, un paso fundamental para que el Poder Electoral inicie el proceso.
El CNE informó esta semana que se tomará hasta el 2 de junio para auditar las firmas antes de convocar a esa verificación que establece el reglamento y que piden los opositores.
“Lo que está pasando es que hay cuatro señoras en el CNE que no quieren revocatorio ni quieren que haya elecciones de ningún tipo en Venezuela”, indicó Capriles para referirse a cuatro de los cinco rectores que dirigen el Poder Electoral venezolano.
Según el opositor, los venezolanos no tienen miedo de este proceso si no de que haya “un estallido social” por el descontento que, asegura, tienen con la actual administración. Asimismo volvió a convocar a los opositores a una nueva manifestación para plantear a las autoridades el mismo reclamo, porque, dijo, “esto es un tema de constancia”.
“Tenemos que entender que aquí las cosas no se van a dar solas, que aquí depende de lo que haga cada uno de nosotros”, añadió.
El presidente del Parlamento venezolano, el opositor Henry Ramos Allup, aseguró que las autoridades estarían “tratando de aprobar unas supuestas normas para aplicarlas retroactivamente al proceso de recolección de firmas ya efectuado”.
Por otra parte el presidente Maduro ordenó este fin de semana como parte del estado de excepción decretado el viernes, tomar las fábricas que estén paralizadas y poner presos a los empresarios que cesen la producción para “sabotear el país”.
”En el marco de ese decreto vigente (...) tomemos todas las acciones para recuperar el aparato productivo que está siendo paralizado por la burguesía (...) y quien se quiera parar para sabotear el país que se vaya, y el que lo haga hay que ponerle los ganchos y mandarlo para la PGV (Penitenciaria General de Venezuela)”, dijo Maduro durante una concentración oficialista en el centro de Caracas.
La medida podría implicar la toma de cuatro plantas cerveceras de Empresas Polar -la mayor productora de alimentos y bebidas del país- que están paralizadas desde el pasado 30 de abril por la falta de acceso a divisas para importar insumos, según la compañía, dentro del severo control de cambios impuesto en 2003 por el entonces presidente Hugo Chávez (1999-2013) .
“¡Planta parada, planta entregada al pueblo! (...) Ustedes me van a ayudar a recuperar todas las plantas paralizadas por la burguesía”, lanzó Maduro ante miles de seguidores durante un acto para activar el “motor de economía comunal” , con el que promete contrarrestar la “guerra económica” que atribuye a la oposición y empresarios de derecha para derrocarlo.