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Maduro se lanza contra el referendo revocatorio, y llama a rebelión... “pacífica”

Lunes, 2 de mayo de 2016 - 12:17 UTC
“El referendo es una opción, no una obligación. Aquí lo único que es obligación son las elecciones presidenciales y serán en 2018, diciembre de 2018” “El referendo es una opción, no una obligación. Aquí lo único que es obligación son las elecciones presidenciales y serán en 2018, diciembre de 2018”
En tres días tras la autorización del Poder Electoral, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) dijo haber recaudado 2,5 millones firmas En tres días tras la autorización del Poder Electoral, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) dijo haber recaudado 2,5 millones firmas
“¡Planta parada, planta tomada por la clase obrera!”, exclamó Maduro en referencia a las plantas de cerveza cerradas por falta de materia prima y dólares. “¡Planta parada, planta tomada por la clase obrera!”, exclamó Maduro en referencia a las plantas de cerveza cerradas por falta de materia prima y dólares.

Tras una semana en que la oposición recogió más de 2.5 millones de firmas para pedir un referendo revocatorio contra Nicolás Maduro, el mandatario venezolano pasó a la ofensiva advirtiendo que esa es solo una posibilidad y no una obligación.

 Ante miles de partidarios concentrados este domingo frente al palacio presidencial de Miraflores con motivo del Día del Trabajo, Maduro pronunció un encendido discurso en el que se refirió abiertamente a la consulta que la oposición quiere realizar este año para que se convoque a nuevas elecciones.

“El referendo es una opción, no una obligación. Aquí lo único que es obligación son las elecciones presidenciales y serán en 2018, diciembre de 2018. Es la única obligación que tenemos”, dijo en su proclama transmitida en cadena nacional.

Desde el pasado miércoles, tras recibir autorización del Poder Electoral, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) dijo haber recaudado 2,5 millones firmas, casi 13 veces más de las requeridas para pedir recién que se inicie el proceso.

Las rúbricas serán entregadas al Consejo Nacional Electoral (CNE) a inicios de esta semana. En el poder desde 2013 tras el fallecimiento de su mentor, Hugo Chávez (2009-2013), Maduro señaló que para defenderse de esa ofensiva nombró una comisión que revisará “una por una todas las firmas” para que no haya “fraude”.

“Tengo derecho a la defensa”, reivindicó el gobernante socialista, en medio del cántico de sus partidarios: “¡uh, ah, Maduro no se va!”. Pero frente a la hipótesis de que tenga que dejar el poder por una vía constitucional o un golpe de Estado, llamó a sus seguidores a declararse en “rebelión”, aunque según dijo de forma “pacífica”.

“Si algún día la oligarquía hiciera algo contra mí y lograran tomar este palacio, por una vía o por otra, yo les ordeno a ustedes declararse en rebelión y decretar una huelga general indefinida, hasta obtener la victoria frente a la oligarquía. Una rebelión popular con la Constitución en la mano”, dijo.

El presidente vinculó esa posibilidad a la “guerra económica” que según él orquestan la oposición política y empresarios de derecha como Lorenzo Mendoza, dueño del grupo Polar, principal productor de alimentos del país que el sábado cerró cuatro plantas productoras de cerveza y malta aduciendo falta de insumos.

Maduro lanzó una amenaza velada contra la corporación -que reclama la entrega de divisas para importar materia prima- al ordenar a su militancia tomar las industrias cerradas.

“¡Planta parada, planta tomada por la clase obrera!”, exclamó el mandatario, mientras trabajadores del dividido sindicato de la empresa cantaban “Polar está cerrada”.

Las plantas cesadas abastecen 70% del mercado local.

La oposición estima que el referendo -un proceso que demanda varios requisitos legales- podría realizarse a finales de este año. Una encuesta de la firma Venebarómetro indica que 60% de los consultados revocaría a Maduro.

Venezuela enfrenta una severa crisis económica: recesión desde 2013 (la contracción fue de 5,7% en 2015) , inflación de 180,9% el año pasado y pronosticada en 700% en 2016 según el FMI, y escasez de más de dos tercios de los productos básicos y medicinas. En medio de ese clima, Maduro decretó el sábado un aumento de 30% en el salario mínimo, que la oposición consideró una “burla” frente al alto costo de vida.

Categorías: Política, Venezuela.