El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó extender de uno a tres días por semana el asueto laboral del sector público para enfrentar una severa crisis de electricidad que afecta al país petrolero, anunció este martes el Gobierno.
Miércoles, jueves y viernes no se laborará en el sector público, a excepción de aquellas tareas que son fundamentales, que son necesarias, declaró el vicepresidente Aristóbulo Isturiz en una transmisión televisiva desde la Central Hidroeléctrica de Guri, en Bolívar.
Igualmente los días viernes serán no laborables para los planteles educativos de los niveles inicial, medio y básico, completó el vicepresidente. Istúriz argumentó que estas acciones se toman luego de comprobar el estado crítico del embalse que surte a la principal central hidroeléctrica de Venezuela: Estas son las medidas que anunciamos en nombre del gobierno nacional bolivariano.
El vicepresidente no precisó el periodo durante el cual regirá esta nueva medida del plan de ahorro energético, que hasta ahora no había afectado al sector de educación.
La crisis eléctrica ya obligó al gobierno venezolano a decretar feriado toda la Semana Santa, a reducir el horario de trabajo de la administración pública a seis horas, y a restringir el horario de funcionamiento de centros comerciales y hoteles, a los que ordenó que generen su propia electricidad para ciertas áreas esenciales.
También se decidió un racionamiento eléctrico con cortes programados de cuatro horas diarias en la mitad de los estados del país -exceptuando a Caracas y Vargas- durante 40 días, plazo en el cual se espera que esté a plenitud la temporada de lluvias.
El gobierno chavista asegura que la sequía causada por el fenómeno climático El Niño es la peor de los últimos 40 años, lo que ha secado embalses como el de Guri, que genera 70% de la electricidad del país.
Los cortes intempestivos de energía eléctrica se han vuelto rutinarios en el interior del país desde hace varios años, causando malestar y descontento en una población aquejada por una crisis económica de recesión, escasez de dos tercios de los productos básicos e inflación de 280,9% durante 2015.