Los cómputos oficiales de las elecciones generales en Perú ratificaron que Keiko Fujimori y el liberal Pedro Pablo Kuczynski competirán en segunda vuelta por la Presidencia y que el próximo Congreso tendrá mayor homogeneidad aunque continuará sin mayoría absoluta.
Fujimori, de 40 años, obtenía 39,55% de los sufragios válidos y Kuczynski, de 77, reunía 22,11% según el escrutinio provisional de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) sobre 82,55% de las actas de votación. En tercer lugar se ubicaba la izquierdista Verónika Mendoza, con 18,27% de los votos válidos.
Si bien la diferencia entre Kuczynski y Mendoza no era irreversible a esa altura del escrutinio, la definición fue anticipada el mismo domingo por la noche, al completarse el conteo rápido de la firma Ipsos, que en procesos electorales anteriores arrojó datos confiables, muy similares a los oficiales.
Según Ipsos, Fujimori logró 39,6% de los sufragios; Kuczynski, 21,5%; Mendoza, 18,7%; el centrista Alfredo Barnechea, 7,1% y el ex presidente Alan García, 5,7%.
Asimismo, los datos de la ONPE sobre los votos para el Congreso -aun cuando no había informado la distribución de las bancas- confirmaban para el próximo quinquenio un panorama menos fragmentado y más homogéneo.
De acuerdo con el escrutinio de Ipsos, Fuerza Popular (FP, el partido de Fujimori) tendrá 60 bancas de las 130 totales; Peruanos Por el Kambio (PPK, de Kuczynski), 25; el Frente Amplio (de Mendoza), 22; la Alianza Para el Progreso (cuya fórmula presidencial, que encabezaba el empresario César Acuña, fue inhabilitada), 11, y Acción Popular (AP, de Barnechea) y la Alianza Popular (de García), seis cada uno.
Aún cuando dijo que le tocaba descanso total, Kuczynski tomó la iniciativa de la campaña para el balotaje con breves declaraciones, mientras Fujimori no había aparecido en público hasta última hora de la tarde del lunes.
Dijo que se proponía visitar a Fujimori, a Mendoza y al maoísta Gregorio Santos, quien cumple prisión preventiva desde 2014, acusado por corrupción, y desde la cárcel fue reelecto ese año como gobernador del departamento norteño Cajamarca y se postuló a la Presidencia en las elecciones del domingo, en las que recogió 3,38% de los votos, según el escrutinio oficial.
Además, Kuczynski afirmó que si llega a ser presidente, no se opondrá a que el ex presidente Alberto Fujimori, de 77 años y padre de Keiko, cumpla en su casa el resto de la condena por delitos de lesa humanidad y corrupción por la que está encarcelado, si así lo decide el Congreso.
Habrá un grupo de fujimoristas muy grande en el Congreso; si logran aprobar una legislación para que gente mayor pueda cumplir su sentencia en su casa, no para indultar, lo permitiría, dijo.
Como es usual en los casos de balotaje, Fujimori y Kuczynski deberán orientar sus campañas a captar las preferencias de quienes votaron por otros candidatos en la primera vuelta y a vencer o minimizar las corrientes de opinión contrarias a cada uno. Al mismo tiempo, Fujimori y Kuczynski deberán buscar la forma de vencer la resistencia que cada uno de ellos genera en diversos grupos de electores.
Según encuestas recientes, Fujimori es quien concentra mayor voto duro (personas que la votarían en cualquier circunstancia), con 30%, pero también una alta dosis de antivoto (ciudadanos que no la votarían por ningún motivo), con 45%.
El mayor obstáculo de la líder de FP es su apellido, pues, aunque ella hizo esfuerzos por diferenciarse, muchos peruanos la asocian con su padre.
Kuczynski tiene dos escollos principales: su edad y el recelo que despierta en sectores nacionalistas no solo por su liberalismo sino también por ser ciudadano estadounidense.
Por lo demás, tuvo un comportamiento oscilante en relación con los Fujimori. Fue crítico del padre en 2001-06, durante el primer gobierno posterior a la dictadura, a cargo de Alejandro Toledo, del que fue ministro de Economía y Finanzas y presidente del Consejo de Ministros.
En cambio, en 2011, tras salir tercero en la primera vuelta, apoyó decididamente a Keiko Fujimori para el balotaje contra Humala, a tal punto que pronunció un discurso en el acto de cierre de campaña de ella, en el que apeló a los seguidores de su padre.
Según recordó meses atrás el diario El Comercio, Kuczynski dijo en aquella ocasión: ¿Quién acabó con el terrorismo? ¿Quién acabó con la hiperinflación? Yo no olvido y ustedes tampoco. Tenemos que tener esperanza en un Perú mejor, que en cinco años sea un país más próspero y menos pobre, y Keiko sí puede.
No obstante, en enero de este año se arrepintió de aquello: Para mí Humala era un salto al vacío; me equivoqué al apoyar a Keiko, sin duda, dijo entonces a la revista Caretas.