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Uno de cada cinco jóvenes de la región es un “nini” dice el Banco Mundial

Jueves, 21 de enero de 2016 - 08:56 UTC
Las edades de estos jóvenes que 'ni trabajan ni estudian' oscilan entre 15 y 24 años de edad, y dos tercios de ellos son mujeres, de acuerdo a un nuevo estudio. Las edades de estos jóvenes que 'ni trabajan ni estudian' oscilan entre 15 y 24 años de edad, y dos tercios de ellos son mujeres, de acuerdo a un nuevo estudio.
“Debemos brindarle una educación adecuada y habilidades laborales a nuestra creciente población joven ayudándolos a tener éxito en la vida”, dijo Jorge Familiar, “Debemos brindarle una educación adecuada y habilidades laborales a nuestra creciente población joven ayudándolos a tener éxito en la vida”, dijo Jorge Familiar,

Según un informe publicado por el Banco Mundial, hoy en día los llamados ninis “ni estudia ni trabaja” son más de 20 millones en América Latina, lo que significa que representan uno de cada cinco jóvenes en la región.

 Las edades de estos jóvenes oscilan entre 15 y 24 años de edad, y dos tercios de ellos son mujeres, de acuerdo a un nuevo estudio. Los autores del documento, Rafael de Hoyos, Halsey Rogers y Miguel Székely, indican que prácticamente el 60% de los ninis de la región provienen de hogares pobres o vulnerables en el 40% más pobre de la distribución del ingreso.

El informe NiNis en América Latina: 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades, reveló que los ninis en esta parte del continente necesitan mayores incentivos para permanecer en la escuela y más ayuda para encontrar puestos de trabajo. Solo entonces la región podrá aprovechar por completo sus posibilidades de desarrollo económico y reducción de la pobreza.

“Debemos brindarle una educación adecuada y habilidades laborales a nuestra creciente población joven, ayudándolos a que tengan éxito en la vida”, dijo Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. Agregó que aquellos países que ofrezcan una educación de alta calidad a una población joven en expansión y que además cuenten con mercados laborales dinámicos y de buen funcionamiento podrán crecer y reducir la pobreza de manera más rápida”.

Según el Banco Mundial, el nini latinoamericano típico es una mujer de un hogar urbano, pero el número de ninis mujeres en la región está descendiendo gracias a mayores oportunidades educativas y laborales, mientras que en el lado de los varones el problema se ha intensificado. Todo el aumento de 1,8 millones de ninis desde 1992 se debe al crecimiento en el número de ninis varones.

Los factores detectados son que, entre las mujeres jóvenes, el principal factor de riesgo es el casamiento antes de los 18, exacerbado por el embarazo adolescente. Entre los hombres, es el abandono temprano de la escuela con destino al mercado laboral, seguido del desempleo. Sin las habilidades necesarias para asegurarse un trabajo en el sector formal, la mayoría de los jóvenes se resigna a puestos de trabajo en el sector informal; la mayoría de ellos nunca regresará a la escuela.

La proporción de ninis varía de 10.9% en Perú a más de 25% en Honduras y El Salvador. En números absolutos, la mayoría de los ninis se encuentra en Brasil, Colombia y México. Una amplia mayoría, más del 70%, vive en ciudades y tiene un bajo nivel educativo.

En Colombia, México y América Central, donde la proporción de ninis excede al promedio, el problema se ve agravado por la presencia extendida del crimen organizado. Existe nueva evidencia que muestra que el problema nini se correlaciona con el crimen y la violencia, elevando los riesgos que enfrentan los jóvenes y la sociedad en general.

Estos resultados sugieren que la relación entre los ninis y la violencia en México se deriva de una combinación de tres factores: un incremento en la proporción de ninis hombres, la falta de oportunidades laborales para los jóvenes y un incremento en el mercado ilegal que hizo que el crimen organizado demandara más trabajadores.

Si los resultados para México pueden extrapolarse a otros países de la región, la existencia de ninis (hombres) también podría estar correlacionada con la violencia en países centroamericanos como Honduras, Guatemala, Panamá y El Salvador. En cambio, habría poca relación entre los ninis y la violencia en países como Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay, que carecen de grandes mercados del crimen organizado.

El efecto negativo que enfrenta los ninis a largo plazo es sobre la productividad, reduciendo los salarios y las oportunidades de empleo de por vida y frenando el crecimiento económico en general. El efecto negativo sobre el ingreso también puede empeorar las desigualdades existentes, así como obstaculizar la movilidad social y la reducción de la pobreza en los hogares pobres y vulnerables, indica el informe.

Categorías: Economía, América Latina.