El papa Francisco reflexionó sobre el perdón y sostuvo que perdonar “no es sólo una buena acción”, sino que debe “llevar a resultados. El pontífice también denunció la persecución de cristianos, muy a menudo con el silencio vergonzoso de muchos”.
En el Angelus, en la solemnidad de San Esteban, primer mártir de la Iglesia, el papa Francisco subrayó “un aspecto particular en el relato de hoy de las Actas de los Apóstoles, que acerca San Esteban al Señor”: “Es su perdón antes de morir lapidado”.
“Jesús, clavado en la cruz fijo: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Esteban poniéndose de rodillas, exclamó en alta voz: Señor, no les tengas en cuenta este pecado. Por lo tanto, Esteban es mártir, que significa testigo, porque hace como Jesús”, afirmó el Pontífice.
“En efecto, es un verdadero testigo que se comporta como él: que reza, que ama, que dona, pero, sobre todo, que perdona, porque el perdón, como dice la misma palabra, es la expresión más alta del don”, añadió. “Pero, nos podemos preguntar, ’¿para qué sirve perdonar?’. Es sólo una buena acción o lleva a resultados”, se interrogó el papa.
Encontramos una respuesta en el martirio de Esteban, explicó. Entre por los cuales él imploró el perdón, estaba un joven de nombre Saúl: éste perseguía a la Iglesia y trataba de destruirla. Saúl se convirtió poco después en Pablo, en el gran santo, el apóstol de la gente. Había recibido el perdón de Esteban -sostuvo el Pontífice- y podemos decir que Pablo nace de la gracia de Dios y del perdón de Esteban”.
“También nosotros nacemos del perdón de Dios. No sólo en el Bautismo, sino que, cada vez que somos perdonados nuestro corazón renace, es regenerado. Porque sólo cuando somos amados podemos amar. Comencemos como hizo Esteban afrontando con la oración el resentimiento que experimentamos, encomendando a quien nos ha hecho el mal a la misericordia de Dios”, afirmó.
También en su mensaje en su cuenta de la red social Twitter denunció que “los cristianos son perseguidos a menudo con el silencio vergonzoso de muchos”.
“El perdón, como dice la misma palabra, es la expresión más alta del don”, agregó el pontífice. Francisco también se refirió a que es horrible “vivir con el rencor” y por tanto invitó a “vencer el mal con el bien y transformar el odio en amor y hacer así mas limpio el mundo”.