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Crisis política de Brasil arrastra economía de la región a la baja, según FMI

Lunes, 14 de diciembre de 2015 - 09:05 UTC
La crisis brasileña, pues, puede “postergar” el repunte regional tras la contracción estimada del 0,3% para 2015, aseguró Werner en Washington. La crisis brasileña, pues, puede “postergar” el repunte regional tras la contracción estimada del 0,3% para 2015, aseguró Werner en Washington.
“Hoy, segunda semana de diciembre, la crisis política en Brasil se ha intensificado, y ha postergado la expectativa de recuperación”, indicó Werner. “Hoy, segunda semana de diciembre, la crisis política en Brasil se ha intensificado, y ha postergado la expectativa de recuperación”, indicó Werner.

Las previsiones de la economía latinoamericana para 2016 serán “muy probablemente revisadas a la baja”, ante la “intensificación” de la “crisis política” en Brasil. En el caso de Paraguay y Uruguay, la recuperación será “más débil de lo anticipado”, según estableció el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.

 De hecho, Uruguay ya lo vivió la semana pasada, pues el FMI recortó su proyección de crecimiento de 2,5% a 1,6% en 2015 y de 2,2% a 1,4% el año entrante, al finalizar la visita anual que hacen técnicos del organismo al país.

La crisis brasileña, pues, puede “postergar” el repunte regional tras la contracción estimada del 0,3% para 2015, aseguró Werner en Washington.

“Nuestras últimas proyecciones para la región, presentadas en la asamblea anual de Lima en octubre, presentaban un crecimiento negativo en 2015 y que iba a haber cierta recuperación en 2016”, señaló el responsable de la institución financiera.

En Lima, que supuso el regreso de la Asamblea del FMI a Latinoamérica en más de medio siglo, las proyecciones del organismo apuntaron a un crecimiento negativo del 0,3% en 2015 y una leve recuperación del 0,8% para 2016.

Este panorama era “producto”, señaló Werner, de “cuatro países en contracción o crecimientos muy bajos”, entre los que enumeró a Venezuela (-10%), Brasil (-3%), y en el caso de Argentina y Ecuador con una expansión “alrededor de cero”.

“Hoy, en la segunda semana de diciembre, la información que hemos recibido desde Lima ha sido generalmente negativa, la crisis política en Brasil se ha intensificado, y ha postergado la expectativa de recuperación”, indicó Werner.

“Por lo que, muy probablemente, las previsiones para 2016 en la región que presentaremos a finales de enero tengan una revisión a la baja”, agregó Werner durante la entrevista. En Brasil, afirmó, el “freno” al plan económico lanzado por el gobierno brasileño a comienzos de año por “la crisis política y los escándalos de corrupción ha elevado la incertidumbre, ha generado un círculo vicioso hacia una economía más débil”.

“Es una situación muy compleja”, reconoció Werner sobre la mayor economía de la región. Argentina, por su parte, dijo que enfrenta “desequilibrios macroeconómicos grandes” que deberán ser encarados por el nuevo gobierno del presidente Mauricio Macri.

“Registra una inflación elevada, ha crecido poco, existe escasez de divisas y cuenta con controles de capital importantes que generan distorsiones en el empleo y el crecimiento”, sostuvo Werner al comentar la economía argentina, para la que FMI prevé un crecimiento negativo del 0,7% en 2016.

Recalcó que la recuperación de otras economías que se habían desacelerado, como Perú, Paraguay, Uruguay, Colombia o Chile, será “en muchos casos, ms débil de lo anticipado”. En octubre, el FMI proyectó un crecimiento del 2,8% para Colombia, el 2,5% para Chile, el 3,3% para Perú, el 2,2% para Uruguay de 2,2% y el 3,8% para Paraguay en 2016.´

En gran medida, este frenazo viene dado por la abrupta caída de los precios de las materias primas, y la ralentización de la economía de China, uno de los principales socios comerciales de la región. Al sombrío paisaje se suma la inminente subida de los tipos de interés en EE.UU., cuya anticipación ha elevado la presión sobre las monedas latinoamericanas, en algunos casos en mínimos históricos frente al dólar, y aumentado la volatilidad sobre los flujos de capital que salen de los mercados emergentes de regreso a plazas más seguras.

Empero para Werner, y pese a la volatilidad generada, la eventual subida de tipos en la primera economía mundial sería “una buena noticia”, ya que constataría su repunte tras la aguda crisis financiera global de 2008. En este sentido, los países centroamericanos y del Caribe, junto a México, enfrentan vientos más favorables dado el buen momento económico de EE.UU. De acuerdo con los últimos cálculos de la institución dirigida por Christine Lagarde, Centroamérica crecerá a un promedio del 4,2%, y México, la segunda mayor economía regional, lo hará un 2,5% en el próximo año.

La semana pasada la misión del FMI encabezada por el holandés Jan Kees Martijn que visitó Uruguay, hizo una serie de sugerencias al gobierno del presidente Tabaré Vázquez. Entre ellas están: no seguir con intervenciones del Banco Central (BCU) en el mercado de cambios “si las presiones de depreciación” del peso “persisten”; reducir la inflación sigue como “prioridad clave” y en ese sentido “avanzar hacia la plena eliminación de la indexación” salarial; mantener el “compromiso con la consolidación fiscal”; aprovechar “los bajos precios del petróleo” para “mejorar el desempeño de Ancap”, la petrolera estatal inmersa en un escándalo de pésima administración que prácticamente la ha vaciado.