MercoPress. South Atlantic News Agency

La Sanmartiniana en Falklands a la espera de su reclamo; sino pasa a propiedad de la Corona

Si el velero no es reclamado pasará a integrar las posesiones de la Corona, según explicó el Fiscal general de las Falklands, Peter Judge

Las reglas de presa (salvataje) serán aplicadas al velero argentino La Sanmartiniana, abandonado y a la deriva en el Atlántico sur, el cual fuera rescatado por una patrulla de protección pesquera de las Falkland Islands, según explicó el Procurador General de las Islas Peter Judge al semanario local Penguin News el jueves. Si el velero no es reclamado terminaría en posesión de la Corona, pero por lo visto ya han tenido lugar algunos contactos.

 En cuanto a si el gobierno de las Falklands tendría derecho a una compensación acorde al valor del yate si sus dueños pretenden recuperarlo, el fiscal general Judge dijo que no, “al momento no podemos cuantificar el monto, pero el gobierno de las Islas, por intermedio de la cautela del barco abandonado, podrá recuperar todas las tasas y costos que las reglas de presa y salvataje marquen”.

La Sanmartiniana fue remolcado a Stanley por la patrulla de pesca de las Falklands, FPV Protegat a fines de la semana pasada y ahora se encuentra bajo jurisdicción del receptor y cautela de barcos abandonados, Mick Floyd. Es su tarea armar “el rompecabezas, establecer quiénes son los dueños y hacer todos los trámites tal cual marca el procedimiento”. Según Floyd seguramente se trate de un proceso lento y dilatado.

El yate que supuestamente pertenece al grupo juvenil peronista La Cámpora, liderado por el hijo de la presidente Cristina Fernández, Máximo Kirchner fue descubierto el 7 de octubre en la zona externa de conservación de las Falklands, FOCZ, a unas 143 millas de las Islas. Según la prensa argentina La Cámpora negó la propiedad y se desligó de los planes de navegación del velero.

Tarde ese 7 de octubre FPV Protegat recogió en el radar un elemento no identificado al sur de la FOCZ. Al acercarse resultó ser La Sanmartiniana, abandonado y a la deriva.

El velero había sido declarado abandonado el 17 de setiembre próximo a la Isla de los Estados (Tierra del Fuego argentina). Por lo visto habría experimentado problemas mecánicos y sus nueve tripulantes fueron transferidos sanos y salvos a un pesquero que acudió al llamado de rescate.

Protegat remolcó el velero hasta Stanley donde se encuentra amarrado y sellado, al extremo este del puerto flotante FIPASS. Un comunicado del gobierno de las Falklands sostuvo el 8 de octubre que “de haber dejado el velero a la deriva continuaría a ser un peligro para la navegación y actividades marítimas en la zona de conservación” de las Islas.

Según Penguin News, las autoridades le informaron que el velero lucía sucio y en condiciones de abandono, pero intacto, aunque posteriormente Floyd dijo que no se lo podría describir como totalmente pronto para navegar. Agregó que como receptor y cautela de barcos bajo régimen de presa, estaba obligado a ceñirse a la ley británica de Navegación Mercantil del año 1894, la cual estaba incluida en la legislación de las Falklands.

Bajo los estatutos de dicha ley, Floyd está obligado a preservar la nave y la devolución de dicha propiedad a sus dueños, a la vez que procesar toda la información respecto a las condiciones del abandono y rescate en alta mar. Es por eso que La Sanmartiniana está 'amarrado, asegurado y sellado' para proteger la propiedad, y todos los activos de valor han sido removidos y están bajo llave y control de Floyd.

Estaba previsto que un inspector de bio-seguridad lo examinara y luego recoger el agua del achique en contenedores. A media semana aún estaba catalogado como inseguro para andar por la cubierta. En vista que la nave había sido sellada se ignoraba si la denuncia de su capitán de un desperfecto mecánico era correcta.

El capitán de puerto Malcolm Jamieson dijo que tenía entendido que los dueños habían indicado de su interés en recuperar el velero, que costaría unos 90.000 dólares. “Cómo y cuándo ha de suceder no está claro...” y recordó que el asunto está bajo jurisdicción de Floyd.

“Pero el hecho es que el yate pertenece a sus legítimos dueños y corre por cuenta de ellos dar las instrucciones en cuanto a como desean que la propiedad les sea retornada”, agregó Jamieson.

El Fiscal Judge más adelante fue más explícito en cuanto al procedimiento en diálogo con el Penguin News. “La recompensa del salvataje o presa así como los costos del receptor y cautela, serán determinados por la ley de Navegación Mercantil de 1894, en sus secciones 224 y 255 y punto 11 de la ley de Navegación Mercantil de 1995, por la cual las Falklands cumplen con las medidas internacionales de salvataje según la Convención Internacional de Salvataje de 1989”.

“El método de cálculo y determinación del nivel de tasas, cargas y 'recompensas' es sorprendentemente complejo y mucho me temo que no hay una fórmula fácil para establecerlas al momento que la nave sea reclamada, si en efecto eso ocurre”, dijo el fiscal Judge.

En cuanto si resultaría un procedimiento costoso para el gobierno de las Islas, Judge sostuvo que ”no hay un procedimiento legal en términos de justicia ordinaria. El procedimiento lo establece la legislación (internacional) en la materia, y si efectivamente se reclama la nave, el gobierno de las Islas recupera todos los costos. Es más si la nave permanece sin ser reclamada pasa a ser propiedad de la Corona”.

Según la prensa de Buenos Aires La Sanmartiniana tenía previsto en su recorrido por el Atlántico sur, una incursión en aguas de las Falklands, cubierta en banderas argentinas, como parte de un golpe propagandístico a pocas semanas de la elección presidencial del 25 de octubre.

La Cámpora y miembros del gobierno argentino lo negaron rotundamente pero luego se develó un video en YouTube donde se puede ver la arenga y preparativos para dicha gira por los mares del sur e ingreso a aguas de las Falklands, de parte de una serie de agrupaciones y organizadores de tales acontecimientos pertenecientes al grupo político del hijo de Cristina Fernández. El video fue filmado nada menos que en la sala Néstor Kirchner del Congreso argentino. (PN).