En un acto simbólico, la ONG internacional Halo Trust entregó una zona libre de minas antipersonales en una región montañosa del noroeste de Colombia, uno de los países más afectados del mundo por este flagelo tras medio siglo de conflicto armado.
Por su posición estratégica para el tránsito de grupos armados ilegales, la vereda La Honda, ubicada en el municipio El Carmen de Viboral, unos 50 km al este de Medellín, se había convertido desde 2001 en un caserío abandonado, además de un campo minado.
“El desminado permite el retorno digno de 15 familias, recuperar y habilitar la vía de ingreso a la vereda y desarrollar proyectos productivos”, señaló en un comunicado Halo Trust, que en agosto del año pasado recibió un pedido de las autoridades locales para iniciar las labores de limpieza de artefactos explosivos.
Según Halo Trust, hace 18 años la calma de La Honda, dedicada al cultivo de maíz, papá y frutas, terminó con la llegada de guerrillas de izquierda, y posteriormente con el ingreso de paramilitares de derecha surgidos para combatirlas. Ante reclamos de los desplazados para regresar a su tierra y reconstruir su vida allí, la administración local estableció un Plan Retorno, que incluía proyectos productivos pero en particular el desminado del terreno.
Según Halo Trust, desde 1990 se han generado 10.900 víctimas de minas antipersonales en Colombia, segundo país con mayor cantidad de damnificados con este problema después de Afganistán.