La presidenta de Chile Michelle Bachelet emplazó a los empresarios de la minería a trabajar juntos para afrontar las consecuencias de la desaceleración de la economía, al tiempo que defendió la reforma laboral que impulsa el Gobierno.
”Quiero decirles que no es tiempo de trincheras, sino de alentar la confianza, debemos asumir que la sociedad ha cambiado y tenemos que responder a estándares aún más exigentes” dijo la mandataria durante la cena anual de la Sociedad Nacional de Minería, que agrupa a las principales empresas de este estratégico sector.
La reflexión de la presidenta tuvo lugar al término de una tensa jornada marcada por el bloqueo de carreteras por parte de los camioneros, que exigen al Gobierno que ponga coto a los ataques incendiarios de que son objeto en la región de la Araucanía, escenario del llamado “conflicto mapuche”.
Sin mencionar explícitamente la manifestación de los transportistas, Bachelet -que acudió a la cena acompañada de cuatro de ministros- señaló que “Los desafíos son variados, y muchos de ellos conocidos porque se arrastran por años”.
“Somos un país fuerte, tenemos todas las capacidades para enfrentarlo y ser exitosos, pero sin confianza es poco lo que lograremos”, advirtió la mandataria.
Ante un auditorio formado por destacados representantes del sector privado, Bachelet salió al paso de las manifestaciones de intranquilidad derivadas del incierto escenario causado por la desaceleración de la economía de China -el gran comprador del cobre chileno- y las críticas a la reforma laboral.
Al respecto, recordó que el año pasado en Chile hubo 40.000 trabajadores involucrados en huelgas legales y más de 400.000 en manifestaciones ilegales. “Eso no es sostenible en el tiempo”, aseguró.
“Se debe sancionar la violencia, eso está fuera de duda, pero claramente hay un cauce legal que los actores no estiman legítimo ni abierto”, señaló Bachelet.
La presidenta subrayó el papel fundamental de la minería a lo largo de la historia del país, así como “en su proyección internacional y en el desarrollo futuro”.
Y a renglón seguido invitó a los empresarios a “ver más allá de las disputas pequeñas y recordar los desafíos que marcarán las próximas décadas, pero que deben comenzar a enfrentarse hoy”.
“Tenemos que hacernos cargo de la coyuntura inmediata de desaceleración, porque no podemos arriesgar el bienestar de la gente, ni poner en riesgo la existencia de la empresa”, advirtió.