La economía brasileña se contraerá un 1,76% en 2015, su peor resultado desde 1990, y la inflación llegará hasta el 9,23%, la más elevada desde 2003, según proyecciones de analistas del mercado financiero divulgadas por el Banco Central este lunes.
Las nuevas previsiones son más pesimistas que las dadas por los economistas en un sondeo similar hace una semana, cuando proyectaban una contracción económica del 1,70% y una inflación del 9,15%.
Las proyecciones aparecen en el Boletín Focus, una publicación semanal del Banco Central que incluye una encuesta realizada a un centenar de expertos de instituciones financieras privadas sobre el estado de la economía nacional.
El pesimismo de los expertos aumentó luego de que el Gobierno admitiera la semana pasada que no alcanzará la meta de superávit fiscal primario que se había impuesto para este año, del 1,1% del Producto Interior Bruto (PIB), y que su objetivo ahora será alcanzar un ahorro en las cuentas públicas equivalente al 0,15% del PIB.
Para alcanzar la nueva meta, el Gobierno anunció un recorte adicional de los gastos públicos este año de 8.600 millones de reales (unos 2.662,5 millones de dólares), lo que debería reducir aún más la actividad económica y acelerar la contracción. Esta fue la segunda semana consecutiva en que los economistas elevaron su proyección para la contracción económica en Brasil este año. Hasta hace cuatro semanas, esperaban una contracción del crecimiento del 1,49%.
La previsión de los especialistas del mercado es más pesimista que la del Gobierno, que, en el informe sobre los gastos e ingresos del Estado que publicó la semana pasada, elevó su proyección para la contracción económica este año al 1,49%. En cualquier caso, y de confirmarse estas previsiones, la economía brasileña tendrá este año su peor resultado en los últimos 25 años, desde la caída del 4,35% que sufrió en 1990.
La contracción igualmente confirmaría la tendencia a la bajada del PIB de la mayor economía latinoamericana que, tras haber crecido un 2,49% en 2013, tan sólo subió un 0,1% el año pasado. Los especialistas tampoco prevén una fuerte recuperación en 2016, para cuando esperan ahora un crecimiento del 0,20%, por debajo del 0,33% que esperaban hasta hace una semana y del 0,50% que calculaban hace cuatro semanas.
Los economistas también se mostraron más pesimistas sobre el comportamiento de los precios y elevaron su proyección para la inflación este año desde el 9,15% esperado hace una semana hasta el 9,23% en el sondeo divulgado este lunes. De confirmarse ese pronóstico, la inflación en 2015 será la mayor en doce años y se aproximará al 9,3% registrado en 2003.
Ésta fue igualmente la decimoquinta semana consecutiva en que los expertos elevaron su proyección para la inflación de este año. En el informe que divulgó la semana pasada el Gobierno también admitió la pérdida del control sobre los precios y elevó su proyección para la inflación de este año al 9,0%. Ambas previsiones superan en más de dos puntos porcentuales el techo máximo tolerado por el Gobierno. La meta de inflación en el país es del 4,5% anual, con un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales, lo que permite que el llegue a un máximo del 6,5%.
Brasil terminó 2014 con una inflación del 6,41%, por encima de la de 2013 (5,91%) pero por debajo del techo tolerado por el Gobierno. En cuanto a la inflación para 2016, los economistas mantuvieron la previsión de la semana pasada, cuando preveían que los precios aumentarían un 5,40%.