Unicef urgió este miércoles a los países de Latinoamérica regular la publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigida a niños, ya que incentivan un patrón de consumo que puede ocasionar obesidad.
El estudio exploratorio presentado en Costa Rica e impulsado por la Unicef en colaboración con el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP), indica que el mercadeo en televisión y redes sociales influyen en el consumo de productos que pueden ocasionar obesidad infantil y enfermedades crónicas.
“Los niños son un poco las víctimas. Tenemos que tratar que esta publicidad no llegue a los niños sino a los adultos. La obesidad es multi-causal, hay que trabajar con los padres para que consuman productos saludables, y reiterar la importancia de la lactancia materna”, afirmó el especialista en Responsabilidad Social de Unicef para América Latina y el Caribe, Marcelo Ber.
Datos de Unicef indican que la prevalencia de sobrepeso en Latinoamérica entre niños menores de 5 años se encuentra en 7%. Se estima que el 19% de los niños entre 5 y 11 años, y un 17% de la población entre 12 y 19 años de edad, sufre de sobrepeso. Además, el 37% de los niños entre 5 y 11 años y el 36% de la población entre 12 y 19 años de edad tiene obesidad.
La investigación, realizada de septiembre a diciembre de 2014, analizó las normativas para regular este tipo de publicidad en 32 países de Latinoamérica y concluyó que solo 10 de ellos cuentan con algún tipo de normas que limitan en cierta medida este tipo de promoción.
Los países con normas son Chile, Ecuador, México, Perú, Uruguay, Costa Rica, Brasil, Paraguay, Colombia y Argentina.
Además, en una muestra de 18 empresas de Argentina, Costa Rica y México, se identificaron 58 sitios web, 83 páginas de Facebook, 32 cuentas de Twitter y 29 canales de YouTube que fueron utilizados como medios de comunicación para promover entre niños y adolescentes sus productos y marcas.
Las técnicas de promoción en México utilizaban en un 90% caricaturas para atraer niños, en Costa Rica el 88% contenían imágenes de niños y en Argentina el 54% tenían símbolos relacionados con el deporte, la música y la niñez.
Además, en los kioscos de las escuelas de los países estudiados, todos tienen galletas dulces o saladas y pasteles, ocho de 12 centros educativos evaluados ofrecen refrescos azucarados, seis brindan helados y tan solamente dos distribuyen jugos naturales.
“Los más pequeños son los más vulnerables por sus capacidades cognitivas y tenemos que protegerlos del mercadeo directo. Entregar obsequios de alguna manera desarrolla fidelidad a la marca y si ven a un deportista o personaje con una gaseosa consideran que esa persona también la consume” argumentó Paola Letona.
El documento también dice que en los últimos tres años seis escuelas recibieron a empresas de alimentos y bebidas para que organizaran actividades como pruebas de sabor y entrega gratuita de productos.
Para ambos expertos las empresas están encontrando formas de promoción y publicidad haya o no regulación en los países, por lo cual los gobiernos deben trabajar en una reglamentación más rigurosa.
“Lo que pedimos es una normativa más amplia que llegue a todos los medios y a las empresas pedimos más compromiso de auto-regulación. Además, la sociedad civil debe intervenir y supervisar el cumplimiento”, enfatizó Ber.