China permitirá entrar a los ciudadanos de Taiwán al continente sin la necesidad de una especie de visado que se les requería hasta ahora, según anunció este domingo el presidente del Poder Consultivo Yu Zhengsheng.
Los planes fueron develados en su discurso durante el séptimo Foro del Estrecho que se inauguró este fin de semana en Xiamen, en la provincia suroriental china de Fujian.
Con esta medida, el Gobierno chino pretende “mejorar las condiciones” entre ambas orillas del Estrecho de Formosa, que separa a Taiwán de China continental, de cara a las elecciones presidenciales que celebrará la isla en enero y en las que tiene muchas probabilidades de ganar el partido democrático pro independencia.
La exención de ese permiso facilitará aún más los viajes de taiwaneses a China, pero plantea problemas políticos, ya que Beijing no acepta la existencia de la República de China (Taiwán) y los documentos oficiales taiwaneses utilizan todos ese título. Hasta la fecha, China había exigido un “permiso de viaje” a los residentes de Taiwán, llamado “permiso para los compatriotas de Taiwán”, que servía como documento de viaje y así no necesitaban estampar sello alguno en el pasaporte taiwanés, para no mostrar un reconocimiento indirecto de Taiwán como entidad política separada.
Este permiso de viaje, que permitía a los taiwaneses trabajar y vivir en China continental, se utilizó desde el 1987 cuando el entonces presidente taiwanés Chiang Ching-Kuo levantó la prohibición de viajar a través del estrecho de Formosa, y Taiwán estableció un permiso paralelo para los chinos. Los taiwaneses, para viajar a China, necesitaban solicitar ese permiso de entrada en las oficinas de “China Travel Service Limited” o gestionarlo a través de agencias de viajes, y el permiso les servía como documento de identificación en China y tenía una validez de cinco años.
Según adelantó el presidente del Consultivo, las autoridades otorgarán una tarjeta a los taiwaneses que valdrá como su actual pasaporte y que les servirá para identificarse cuando estén en el continente, con lo que se evitará el mencionado problema político. China y Taiwán mantienen una disputa de soberanía desde que en 1949 el derrotado gobierno y Ejército del Partido Kuomintang se refugió en Taiwán y constituyó en la isla la llamada República de China en Taiwán.
El KMT mantiene una mayoría absoluta en el Parlamento y, según la mayoría de los sondeos, podría mantener esa mayoría en cooperación con grupos políticos afines en los comicios de enero de 2016.
No obstante, el KMT anunció que la vicepresidenta del Poder Legislativo, Hung Hsiu-chu, será su candidata presidencial para los comicios de enero de 2016, una candidata muy débil sin ninguna experiencia de gobierno considerada como parte del núcleo duro del Partido, según los analistas.
La selección de Hung como candidata presidencial del KMT consolida la expectativa de cambio de partido en la presidencia de Taiwán, ya que ninguno de los pesos fuertes del KMT disputarán la presidencia a la candidata opositora Tsai Ing-wen, quien es considerada independentista.