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OPS llama a erradicar comercio ilícito de productos de tabaco; elogios para Uruguay

Sábado, 30 de mayo de 2015 - 11:15 UTC
“Nicaragua y Uruguay, los primeros en el mundo en ratificar el protocolo, y ahora estamos pidiendo a otros a seguir su ejemplo” dijo Carissa F. Etienne “Nicaragua y Uruguay, los primeros en el mundo en ratificar el protocolo, y ahora estamos pidiendo a otros a seguir su ejemplo” dijo Carissa F. Etienne

En el marco del Día Mundial Sin Tabaco (31 de mayo), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) pide a sus países miembros a ratificar el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco, un acuerdo internacional que establece medidas específicas para luchar contra la producción y el comercio ilícito de productos de tabaco.

 El protocolo fue negociado por los estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que son Partes en el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), el primer tratado internacional de salud pública en el mundo. El CMCT exige a los países aplicar una serie de políticas y medidas destinadas a reducir el impacto de la epidemia mundial de tabaquismo, mientras que el nuevo protocolo requiere medidas específicas para reducir el impacto del comercio ilícito de tabaco.

A nivel mundial, se calcula que uno de cada 10 cigarrillos consumidos en el mundo es ilícito, al igual que una proporción similar de otros productos de tabaco. La industria del tabaco y grupos criminales están entre los que se benefician de este comercio ilegal. La eliminación del comercio ilícito de tabaco permitiría a los gobiernos ingresar 31 mil millones de dólares americanos, que podrían ser utilizados para mejorar la salud pública y reducir el crimen.

“Este Protocolo será una herramienta de política clave para reducir el consumo de tabaco mediante la restricción de la disponibilidad de alternativas baratas y no reguladas y el aumento de los precios de los productos del tabaco en general. Esto no sólo salvará vidas, sino que también aumentará los ingresos fiscales que luego pueden aplicarse a las intervenciones de salud ”, dijo la Directora de la OPS Carissa F. Etienne. “Dos países de nuestra región, Nicaragua y Uruguay, fueron los primeros en el mundo en ratificar el protocolo, y ahora estamos pidiendo a otros a seguir su ejemplo.”

El comercio ilícito de tabaco ofrece productos a precios más bajos, posibles al evitar los impuestos del gobierno a través del contrabando, la fabricación ilícita y la falsificación. La posibilidad de comprar tabaco a precios más baratos incita a los usuarios de tabaco más jóvenes (que por lo general tienen ingresos más bajos). La pérdida de ingresos del gobierno debido al comercio ilícito tiene mayor impacto en los países de bajos ingresos que dependen en gran medida de los impuestos al consumo.

El Protocolo para Eliminar el Tráfico Ilícito de Productos de Tabaco ayudaría a suprimir este comercio a través de una serie de medidas dirigidas al control de la cadena de suministro del tabaco, incluyendo la concesión de licencias de importación, exportación y fabricación de productos de tabaco; el establecimiento de sistemas de seguimiento y localización; y la imposición de sanciones penales a los responsables de comercio ilícito. El protocolo también criminalizaría la fabricación ilícita y el contrabando transfronterizo de productos de tabaco.

Aunque públicamente, la industria del tabaco presenta a sí misma como una aliada en la lucha contra el tabaco ilícito, tras bastidores su conducta ha sido muy diferente. Documentos internos hechos públicos como resultado de causas judiciales, demuestran que la industria ha fomentado activamente el comercio ilícito a nivel mundial. También trabaja para bloquear la aplicación de medidas de control del tabaco, como la subida de impuestos y advertencias sanitarias gráficas utilizando el argumento de que alimentarán el comercio ilícito.

“La industria del tabaco sabe que la reducción del comercio ilícito hará más difícil llegar a los jóvenes y a los pobres adictos al tabaco”, dijo Adriana Blanco, asesora regional de la OPS para el control del tabaco. “Este es un caso más de la gran industria del tabaco que pone a los beneficios por encima de la vida de las personas.”

Nicaragua y Uruguay fueron el primero y segundo país, respectivamente, en las Américas y en todo el mundo en ratificar el Protocolo. Ambos han sido distinguidos como ganadores regionales de los Premios del Día Mundial Sin Tabaco, en reconocimiento a la ratificación del Protocolo y otros avances logrados en el control del tabaco. En abril de 2015, seis países de otras regiones también han ratificado el Protocolo, que necesita un total de 40 ratificaciones para entrar en vigor como ley internacional.

El CMCT de la OMS, que ha sido ratificado por 30 de los 35 países miembros de la OPS, entró en vigor en 2005 y obliga a los países que lo han ratificado a adoptar una serie de medidas para reducir la demanda y la oferta de productos de tabaco. Estas incluyen la protección de las personas contra la exposición al humo de tabaco; contrarrestar el comercio ilícito; la prohibición de la publicidad, promoción y patrocinio; la prohibición de venta a menores de edad; incluir grandes advertencias sanitarias gráficas en los paquetes de tabaco; aumentar los impuestos al tabaco; crear un mecanismo nacional de coordinación para el control del tabaco; y la protección de las políticas de control del tabaco contra los intereses comerciales y otros de la industria tabacalera.

El tabaco es el único producto de consumo legal que mata cuando se utiliza exactamente como está previsto por el fabricante. A nivel mundial, aproximadamente una persona muere cada seis segundos como consecuencia de una enfermedad ligada al tabaco, lo que equivale a casi 6 millones de personas al año. Se prevé que esta cifra de muertos aumente a más de 8 millones de personas al año en 2030; más del 80% de estas muertes evitables se producirán entre personas en países de bajos y medianos ingresos.