Gobierno brasileño pretende reducir sus gastos a niveles de 2013, afirmó el ministro de Hacienda, Joaquim Levy en la víspera de una reunión del Ejecutivo para analizar nuevos cortes presupuestarios.
“Debemos volver a niveles de 2013. Es un buen año de referencia”, dijo Levy en Florianópolis, capital de Santa Catarina (sur), aunque no precisó el volumen de la reducción de los gastos públicos.
Levy, jefe económico del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, subrayó que su objetivo es mantener “disciplina” en las cuentas públicas, que terminaron con un abultado déficit en 2014.
Levy dijo que tenía previsto participar en una reunión extraordinaria con Rousseff y otros ministros en Brasilia, en la que se evaluarán nuevos cortes en el presupuesto para este año, aunque esta cita aún no consta en la agenda oficial de la presidenta.
El Gobierno brasileño ha tomado diversas medidas para equilibrar sus cuentas de este año, lo que incluye un plan de cortes presupuestarios, reducciones en algunos subsidios a trabajadores y pensiones y subidas de impuestos.
Al asumir el cargo de ministro, Levy se marcó como objetivo obtener un superávit fiscal primario, antes del pago de los intereses de la deuda, equivalente al 1,2% del producto interno bruto (PIB).
En 2014, Brasil tuvo un déficit primario equivalente al 0,63% del PIB y un déficit fiscal (teniendo en cuenta el pago de los intereses de la deuda) del 6,7% del PIB, los peores resultados del país desde 2002.