La mayoría de los países de Latinoamérica están preparados para soportar un eventual “choque muy negativo” en la economía internacional, aseveró el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner.
Durante una charla con ejecutivos de bancos mexicanos durante la LXXVIII Convención Bancaria que se realiza en el puerto de Acapulco, Werner señaló que la economía de la región creció alrededor de 1,2 % en 2014 y este año lo hará a una tasa similar.
Países como Brasil, Argentina y Venezuela tienen contracciones, mientras se registra bajo crecimiento en Chile y Perú, “y probablemente en Colombia y México una economía que sí está acelerándose”, apuntó.
Werner citó las fortalezas que a su juicio tiene la región, como “sistemas financieros bien capitalizados, finanzas públicas en general sanas, estructuras de deudas con poca concentración de amortizaciones y un componente muy importante de deuda-moneda nacional”.
Estas fortalezas “probablemente hacen que podamos vivir episodios de volatilidad importantes, pero que al final del día esta volatilidad no debería traducirse, en la mayoría de los países, en deterioros de los balances de las empresas, de los bancos, etcétera, que ya nos lleve a problemas financieros importantes”, indicó.
“Y, obviamente, el nivel de reservas internacionales que vemos en la región es un elemento muy importante para combatir episodios de volatilidad, de falta de liquidez y de volatilidad excesiva en los mercados cambiarios y en los mercados de bonos a largo plazo”, abundó.
Respecto a los posibles efectos que tendría una posible fuga de capitales como consecuencia del esperado incremento de las tasas de interés en Estados Unidos, el funcionario del FMI dijo que la región cuenta con los activos para hacer frente a esta eventualidad.
“En América Latina, del año 2010 a 2014 probablemente entraron como 80.000 millones de dólares por trimestre. Probablemente la mitad de esto o el 40% fue inversión extranjera directa y el resto fue inversión de portafolio y créditos bancarios”, expuso.
De estos montos sólo un tercio se utilizó para financiar una ampliación en el déficit de cuenta corriente, dijo, lo que contrasta con el 60% del periodo entre 1989 a 1994.
“Cuando se dio la reversión de flujos en 1994 por el aumento de tasa de la Fed (Reserva Federal, banco central estadounidense) no teníamos los activos para repagar y para seguir financiando este nivel de actividad”, dijo Werner, y añadió que actualmente Latinoamérica ha acumulado tantas reservas internacionales como activos en el exterior por parte del sector privado.
“Esto quiere decir que cuando los flujos se reviertan, hay activos en moneda extranjera para hacerle frente a una parte importante de un choque muy negativo”, señaló.
Además, subrayó el “efecto mitigador” de que el futuro aumento de las tasas en Estados Unidos “es el movimiento más anunciado en la historia de la banca central”.
“De todas maneras los mercados, por más que uno les anuncie las cosas, en muchas ocasiones reaccionan de manera no anticipada”, reconoció.
Pero el lado negativo, Werner señaló el hecho de que muchas de las economías de América Latina están “en peor situación hoy para enfrentar este choque”.