El ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, criticó el viernes en conferencia de prensa las medidas estímulo económico como beneficios impositivos sectoriales adoptados durante el primer mandato de la presidenta Dilma Rousseff, cuando el ministro era Guido Mantega.
”Esa diversión nos cuesta 25.000 millones de reales anuales y varios estudios nos muestran que eso no ha protegido el empleo. Hay que saber ajustar cuando algo no está dando resultado. No dio los resultados que se imaginaban y se mostró extremamente caro. No estamos eliminando, estamos reduciendo (el beneficio)”, dijo Levy.
El jefe del equipo económico dijo que cambios implementados en los impuestos al trabajo y en un programa de apoyo a las exportaciones (Reintegra) deben generar ingresos para el gobierno del orden de 14.600 millones de reales al año, ayudando a cumplir las metas fiscales.
Incluso con los cambios, la renuncia fiscal por mantener esos programas será de cerca de 16.600 millones de reales en el 2015, agregó Levy.
El gobierno publicó previamente el viernes 27/02 nuevas medidas de ajuste fiscal, que revisaron reglas que abarataban para las empresas el pago salarial. La medida dispone elevar alícuotas de aportes laborales empresarios.
Las empresas que tenían una alícuota de un 1% de aporte laboral sobre sus ingresos brutos, pasarán a pagar 2,5%, mientras que las que tenían una alícuota de 2% pasarán a 4%, de acuerdo al decreto-ley.
La poderosa Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) criticó la medida y la consideró un absurdo.
Respondiendo esas críticas, Levy indicó que, en un momento en que la economía se ajusta, las empresas van a tener que ajustarse.
”Creemos que aumenta la eficiencia en la economía. En este momento, el Tesoro Nacional no puede estar pagando 25.000 millones de reales para que estas empresas paguen sus compromisos (de pensiones). Ese es un dinero que pasará naturalmente a encaminarse para la Seguridad Social”, agregó.
Levy explicó que se reducirá la alícuota del programa de apoyo a la exportación Reintegra de un 3% a un 1% este año y en el 2016, subirá a 2% en el 2017 y volverá a incrementarse en un 3% en el 2018. El programa Reintegra con una alícuota en un 3% implicaría una renuncia fiscal de 6.000 millones de reales en el 2015.