Paraguay se ha despertado conmocionado tras conocerse la muerte de un matrimonio alemán durante un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y la guerrilla, que el miércoles había secuestrado a la pareja, propietaria de una finca ganadera.
Hasta el momento se desconoce si las víctimas, Robert Natto, de 60 años, y Érika Reiser, de 56, fueron asesinados por los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) para facilitar su huida, o murieron por el intercambio de disparos con la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
El ministro del Interior, Francisco de Vargas, se inclinó por la primera posibilidad en una rueda de prensa en la que aseguró que las víctimas presentaban disparos realizados a corta distancia. Sin embargo, reconoció que la investigación está en fase preliminar, a falta de completarse la autopsia, cuyo resultado está previsto que se dé a conocer en unas horas.
Los cuerpos de la pareja, según un comunicado de la Fiscalía, se encontraban abrazados cuando fueron encontrados en las inmediaciones de la localidad de Yby Yaú, en el norteño departamento de Concepción, a unos dos kilómetros de la explotación de la pareja.
El hallazgo se produjo después del choque armado, que concluyó con la huida de los miembros del EPP, organización que desde hace medio año mantiene secuestrado a un policía.
La historia del secuestro de los Natto, que llevaban unos 30 años radicados en Paraguay, dio comienzo la tarde del miércoles, cuando se dispusieron a la vacunación de sus reses en compañía de otras cuatro personas, entre ellas el administrador de la finca.
Todos ellos se desplazaban en una camioneta por el interior de la estancia, denominada Luisa Ganadera y con una extensión de 12.000 hectáreas, cuando fueron interceptados por cuatro o cinco guerrilleros, según informó De Vargas.
Posteriormente abandonaron el vehículo y caminaron con los secuestradores hasta que estos decidieron dejar en libertad a los cuatro empleados e internarse con el matrimonio de propietarios de la finca hacia un área boscosa.
Al filo de la medianoche, y cuando los cuatro empleados liberados ya habían contactado con miembros de la FTC, se produjo el tiroteo que desembocó en la muerte del matrimonio.
Lo que tenemos que entender es que este grupo criminal nos está ofreciendo más de lo mismo: muerte. Hacen lo que más saben hacer, matar y huir, dijo De Vargas al explicar el suceso.
De Vargas afirmó que entre los secuestradores se encontraba Antonio Bernal Maíz, uno de los cabecillas del EPP y hermano de Bernardo Bernal Maíz, muerto el pasado año en un enfrentamiento con la FTC. Maíz estaba acompañado por Rubén Darío López y Esteban Marín, que fueron identificados por los cuatro liberados en fotografías que les mostró la FTC.
En diciembre, De Vargas indicó que el EPP podría componerse de unos 30 o 40 miembros, aunque reconoció que eran ”especulaciones. El Gobierno paraguayo atribuye al EPP la muerte de 34 personas, entre policías y civiles, desde 2005.