El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que en su país ya no mandan los gringos, sino los indios y la economía no la dirigen los “Chicago boys”, sino los “Chuquiago boys”, en alusión al nombre indígena de La Paz, Chuquiago Marka.
Morales, que dentro de dos meses cumplirá nueve años consecutivos como presidente, dijo estas palabras en la región central de Cochabamba en un acto en el que destacó que la “estabilidad social” en el país garantiza a su vez la estabilidad política y económica.
“Nuestro vicepresidente (Álvaro García Linera) dice que ahora ya no deciden los 'Chicago boys', sino los 'Chuquiago boys'. Yo digo: ahora aquí ya no mandan los gringos, aquí mandan los indios. Es la verdad, nosotros decidimos políticas económicas con nuestros profesionales”, sostuvo.
Agregó que su país se liberó “de una dominación política” porque la embajada de Estados Unidos ya no decide sobre el futuro de Bolivia.
“No me arrepiento, más bien estoy muy contento de haber expulsado al embajador de Estados Unidos porque ese embajador estaba conspirando, pagando a los opositores, se iba a la Justicia boliviana a chantajear, a entregar plata por debajo”, aseveró Morales.
El gobernante aludió así a la expulsión de Bolivia, en septiembre de 2008, del embajador Philip Goldberg, bajo la acusación de conspirar contra el Gobierno de Morales en alianza con la oposición, lo que Washington siempre ha rechazado.
El mandatario dijo que haberse liberado políticamente de EE.UU. permitió a Bolivia la “liberación económica” con la nacionalización de varias empresas, en particular las de hidrocarburos.
Según Morales, Bolivia también se liberó del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ya no influye en la economía del país andino.
Morales, que gobierna Bolivia desde 2006 y ha ganado en recientes elecciones un nuevo mandato hasta el 2020, ha defendido siempre que el modelo económico de su país permite un crecimiento gracias al control de sectores estratégicos y a políticas de redistribución.
El Gobierno proyecta para este año un aumento de su producto interno bruto (PIB) del 5,7 % y para el 2015 del 5,9%.