Perú quiere volver a ser el segundo productor mundial de cobre, sitio que ocupó hasta 2011 cuando cayó un escalón y fue desplazado por China. Para ello buscar remontar con la entrada de nuevas inversiones asiáticas en la extracción del metal y la reactivación de proyectos mineros que han sido paralizados por problemas sociales y medioambientales.
Un consorcio liderado por la compañía China Minmetals compró a la minera anglo-suiza Glencore la mina peruana de cobre de Las Bambas, al sureste de Perú, por 5.850 millones de dólares.
Según MMG, filial de China Minmetals, la mina de Las Bambas se convertirá en una de las tres principales operaciones cupríferas en el mundo. Aunque el presidente ejecutivo de la firma MMG, Andrew Michelmore, dijo a la prensa que se realizará un estudio detallado antes de informar a los inversores.
El diario Gestión indicó que el proyecto estará en activo en 2015 y adelantó que en los primeros cinco años producirá dos millones de toneladas de concentrados de cobre. Las Bambas debe reubicar a 400 familias para avanzar con sus operaciones, pero aún no lo ha conseguido.
Según el Servicio Geológico de EE UU, en 2013 Perú produjo 1,3 millones de toneladas métricas de cobre y ocupó el tercer lugar en la producción mundial. El principal productor en Perú es Antamina (461.000 toneladas métricas), seguido por Southern Perú (308.000), Cerro Verde (261.000) y Antapaccay (151.000). Los departamentos de Apurímac y Cusco, al sur de la sierra peruana, son dos de las regiones con nuevas operaciones importantes de este metal.
El ministro de Energía y Minas Eleodoro Mayorga, en una visita reciente al yacimiento minero Antapaccay, de Glencore, dijo que esa unidad “contribuye para que Perú duplique su producción de cobre junto con otros proyectos como Toromocho, Constancia, Cerro Verde, Tía María, Las Bambas, entre otros”.
“Perú elevará las 1,4 millones de toneladas producidas durante el año pasado a 2,8 millones de toneladas hacia el 2016, con lo que nuestro país recuperaría la segunda posición en el mundo”, añadió Mayorga.
“El país tiene todo el potencial para ser el segundo productor, aunque hay varios proyectos que se han retrasado”, comentó Nino Coppero, vocero de la minera Constancia, que tendrá su primera producción de cobre lista para vender en el segundo trimestre de 2015 y operará durante 22 años.
Constancia, de la empresa canadiense Hudbay Minerals, es un proyecto de 1.700 millones de dólares, que inició en 2012 y que ha logrado acuerdos con seis comunidades, directa e indirectamente, afectadas por la operación y en donde habitan unas 8.000 personas. En volumen, nuestro proyecto es similar a Antamina en sus inicios, añadió el director de asuntos corporativos de Hudbay Minerals.
Toromocho, manejado por Chinalco, paralizó este año su operación debido a infracciones medioambientales. El Gobierno confía en que al retomar la producción, contribuya a elevar el crecimiento de la economía, que ha sido del 0,3% en junio. Según un boletín de agosto de Global Business Reports, Chinalco inyectará 1.300 millones de dólares más, para aumentar su capacidad de producción.
Otro proyecto cuprífero en Cajamarca, Conga, está detenido desde 2011, y este miércoles el Tribunal Constitucional realizará una audiencia para escuchar a quienes demandan que esa operación pone en peligro la vida y la salud de las comunidades cercanas.