Brasil ha desplegado 150.000 agentes para custodiar la Copa del Mundo, el mayor número de efectivos ocupados en seguridad de la historia de estos eventos, incluyendo un dispositivo de 70.000 miembros del Ejército.
No sólo se trata de la mayor movilización de las fuerzas de seguridad de la historia reciente de Brasil, sino que es la primera vez que un Mundial de fútbol es blindado con un operativo de seguridad de estas características.
Lejos de los 53.000 efectivos desplegados por el gobierno sudafricano en la última Copa en 2010, Brasil contará con más de 70.000 soldados del Ejército, 60.000 policías de los diferentes cuerpos movilizados y 20.000 agentes de seguridad privada, que estarán presentes en los estadios e infiltrados entre el público. Así se lo confirmó el director general de Seguridad del Comité Organizador Local, Hilario Medeiros.
El llamado al Ejército fue planteado por primera vez por el gobierno de Dilma Rousseff ante la primera huelga de las fuerzas policiales de la ciudad de San Pablo, que, al igual que quienes se manifiestan contra los gastos del Mundial, pedían mejores salarios y condiciones laborales.
Ahora, sin embargo, su presencia en la Copa se ha vuelto casi indispensable. La inversión de las Fuerzas Armadas, según el jefe del Estado Mayor, José Carlos de Nardi, ha permitido equipar al país con material de defensa ante ataques químicos, biológicos y radio-nucleares.
El operativo de seguridad también incluye la presencia de una fragata, una corbeta y varios barcos auxiliares en las cuatro ciudades sedes con costas: Fortaleza, Natal, Salvador de Bahía y Río de Janeiro. Además, será monitoreado el espacio aéreo y fueron instalados sistemas de misiles antiaéreos en las inmediaciones de algunos estadios, como ya sucedió en los Juegos Olímpicos de Londres.
Además de la protección de los estadios, las fuerzas de seguridad estarán ocupadas en la custodia de 170 infraestructuras críticas, que incluyen centrales eléctricas y de telecomunicaciones, por ejemplo.
Otro capítulo del operativo tiene que ver con las tareas de inteligencia. Se han realizado análisis de riesgo de cada seleccionado basándose en cuatro índices: posibilidades de terrorismo, sensibilidad geopolítica, sensibilidad deportiva y carácter crítico de determinados partidos.
Las autoridades brasileñas hablan de un legado para Brasil con relación al trabajo conjunto que se ha hecho de cara al Mundial entre las distintas fuerzas de seguridad. Esa integración es el gran triunfo de este Mundial para nosotros, afirmó el director de la Secretaría Extraordinaria de Seguridad para Grandes Eventos (SESGE), Andrei Rodrigues.