La policía de Río de Janeiro prolongó la huelga iniciada el miércoles cuando una decena de fuerzas de seguridad de catorce estados brasileños realizaron un paro que incluyó una protesta en Brasilia con críticas a la política de la presidenta Dilma Rousseff.
Los dirigentes del sindicato de la Policía Civil, del área de investigaciones de Río de Janeiro, resolvieron extender el paro y está previsto que realicen una asamblea para analizar hasta cuándo continuarán sin trabajar.
La Confederación Brasileña de Trabajadores Policiales Civiles realizó el miércoles paros en 14 estados brasileños, sobre un total de 27, mientras los sindicatos de la Policía Federal analizan una huelga durante la Copa del Mundo que comenzará dentro de 21días.
“Esto lo hacemos para mostrar la importancia que tenemos”, dijo Janio Bosco Gandra, titular de la Confederación Brasileña de Trabajadores Policiales durante una marcha concluida en la noche del martes en Brasilia.
Los organizadores distribuyeron un manifiesto en el que se expresan críticas al gobierno federal y se afirma que “la seguridad pública pide socorro”.
Gandra aseguró que su organización no pretende parar durante la Copa del Mundo, mientras el diario O Globo publicó este jueves “las protestas policiales tuvieron baja adhesión” en la mayoría de las provincias debido a que existen fracturas dentro de las agrupaciones sindicales.