El presidente de la FIFA, Joseph Blatter no ocultó su preocupación por el estado de cosas en Brasil a tres semanas del inicio de la Copa del Mundo y en una entrevista concedida a la televisión pública en Suiza tampoco se contuvo en comentarios respecto al ex presidente Lula da Silva.
Los brasileños están un poco insatisfechos. Mucha cosa prometida..., dijo Blatter en tono irónico y de paso de algún modo responsabilizó por el descontento popular a Lula da Silva.
Los proyectos de Lula para Brasil no salieron adelante, dijo. Y tampoco tuvo comentarios agradables hacia los propios brasileños.
Lula, cuando era presidente, prometió la mejoría del país. Para eso es precisó la voluntad de todos, la voluntad del pueblo para trabajar, apuntó.
Las declaraciones no cayeron nada bien en Brasilia, que de todas formas intentó restarle importancia a las movilizaciones generalizada de esta pasada semana que están en el centro de las preocupaciones de la FIFA y se suman a los atrasos en las entregas de las obras, estadios e infraestructura.
Por su parte la presidenta Dilma Rousseff no se quedó corta y confesó, ante un grupo de periodistas con quienes cenó que está harta de Blatter.
”Saquen de mis espaldas a Blatter y (Jérome) Valcke (secretario FIFA), declaró la mandataria a periodistas deportivos durante el encuentro ocurrido en la noche del jueves en Brasilia, una de sedes del Mundial, que comenzará a jugarse en San Pablo.
Las declaraciones de Rousseff no fueron grabadas, pero según el representante de Folha de Sao Paulo, ella consideró que las marchas contra la Copa realizadas el jueves fueron un fracaso y apostó a que cuando se inicie el campeonato, el público va olvidar las críticas.
Un periodista preguntó a Rousseff si ellos (Blatter y Valcke) son un peso para ella, a lo que respondió: Sí, lo son”, según reveló este viernes el diario Folha.
En otro momento del encuentro, la presidente se mostró confiada en que junto con el inicio del campeonato surgirá un clima de algarabía y comentó que, a su parecer, Brasil será campeón del mundo por sexta vez. En ese sentido, reconoció que le agradaría que el seleccionado de su país se consagre campeón ante la Argentina, en la final del 13 de julio en el Maracaná de Río de Janeiro.