Un futuro acuerdo comercial de la Alianza del Pacífico con el Mercosur es el telón de fondo de la visita que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet viene realizando desde este lunes en Argentina, donde pretende reactivar sus lazos con la mandataria Cristina Fernández.
La primera misión de Bachelet al exterior desde que asumió en marzo volverá a ser en Buenos Aires, como en su anterior mandato (2006-2010) y con el fin de acentuar un vínculo fructífero que ha dejado atrás décadas de conflictos y recelos entre ambas naciones.
“Estamos revisando (la Alianza del Pacífico) para que represente una genuina oportunidad de unión, intercambio y cooperación entre las economías de toda América Latina”, dijo Bachelet la semana pasada en un foro de cooperación de la región de Asia y el Pacífico en Santiago de Chile.
El canciller de Argentina, Héctor Timerman, presente en el encuentro, aseguró que su país ve “con buenos ojos” el bloque del Pacífico que forman Colombia, Chile, México y Perú.
Los miembros de este bloque nacido en 2012 acordaron liberar un 92% de su comercio y procuran ingresar de manera unificada en los mercados asiáticos.
“Nosotros seguiremos construyendo el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) y seguramente en algún lugar en el futuro, en algún punto, estos dos grupos trabajarán juntos”, dijo Timerman.
Bachelet y Fernández (2007-2011 y reelegida hasta 2015) han mantenido una cálida relación personal de mutua confianza, basada en algunas coincidencias sobre la interpretación de los asuntos internacionales.
El contraste fue una tibieza en las cuestiones bilaterales durante el mandato del ex-presidente Sebastián Piñera, menos afín ideológicamente a Cristina Fernández que su antecesora y ahora predecesora.
Con motivo de la reunión en Santiago, Bachelet dijo que Chile “puede y debe consolidar su condición de país puerto y país puente entre América latina y el Asia Pacífico”.
“Ello implica mejorar la conectividad, aumentar fuertemente la capacidad de nuestros puertos y mejorar nuestros servicios”, agregó.
Al margen de los entendimientos de las mandatarias en materia macro-política, Argentina ocupa una privilegiada segunda posición entre los principales destinos de las inversiones directas de capitales chilenos en el mundo, según reportes oficiales en Chile.
Empresas chilenas concentran en el mercado argentino un 19,5% de los recursos materializados en el exterior durante el período 1990-2013, con un volumen de 16.764 millones de dólares.
Pero un tema que está sobre la mesa en el encuentro de las presidentas es que la balanza comercial conserva un saldo superavitario en favor de Argentina de 2.579 millones de dólares en 2013, con una baja de 21,6% en el intercambio comparado con el de 2012, según fuentes chilenas.
El volumen comercial bilateral representó un 3,2% del comercio exterior chileno, mientras que en 2012 significaba un 4,0%.
“Nuestro propósito es incrementar los lazos económicos de integración, pero también los lazos políticos y culturales. Hay que darle densidad a nuestras relaciones”, dijo el canciller chileno Heraldo Muñoz.