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Anuncios electorales de Dilma anticipan ajuste fiscal para próximo gobierno

Sábado, 3 de mayo de 2014 - 12:00 UTC
La presidenta de Brasil: todo sea por ganar la re-elección en octubre La presidenta de Brasil: todo sea por ganar la re-elección en octubre

El último reajuste del 10% anunciado por la presidenta Dilma Rousseff para la Bolsa de Familia se estima tendrá un impacto fiscal de 3.600 millones de Reales (unos 1.600 millones de dólares), exigiendo aún más las esquilmadas finanzas públicas anticipando desde ya que el próximo gobierno deberá subir impuestos, recortar el gasto y eliminar exenciones.

 Unos 36 millones de brasileños reciben la Bolsa Familia, el más ambicioso programa de asistencia social instrumentado en el gobierno de Lula da Silva y principal pilar de la política inclusiva de Dilma Rousseff, que busca la reelección para otros cuatro años.

La presidente anunció que, como consecuencia de la tasa de inflación, subirá un 10% el monto de la asistencia que alcanza a 9 millones de familias, lo que implicará que la ayuda pasa de R$213 a R$234 mensuales, un costo que anualizado implica R$3.600 millones más para las arcas públicas.

Según publica la revista Veja, el economista Felipe Salto, de la consultora Tendencias, hizo un cálculo sobre la base de los datos oficiales; este incremento en el costo de los planes sociales ya tendrá un impacto para este año de unos R$1.300 millones. Brazil enfrenta un creciente riesgo fiscal como consecuencia de que su tasa de crecimiento ha sido muy baja, mientras que la inflación se ha acelerado hasta alcanzar el 5,9% en 2013.

Dilma Rousseff anunció, además, una modificación para el cálculo del IRPF (impuesto a la renta de las personas físicas) del 4,5%, es decir, los montos imponibles han sido corregidos al alza para el pago del impuesto; esta modificación tendrá un costo fiscal de unos R$5.300 millones en 2015. Con esta medida, anunciada la noche previa al Día del Trabajador, el gobierno de Brasil pretende dejar más dinero en manos de los ciudadanos para estimular el consumo.

Los economistas creen que a pesar de las buenas intenciones, Brasil asume un mayor riesgo fiscal como consecuencia de una reducción de los fondos que el Estado recibirá en concepto de IRPF y por la mayor incidencia del costo de la Bolsa de Familia, que sumados totalizan cerca de R$9.000 millones en 2015.

Para el economista Salto, el presidente que asuma en enero de 2015 tendrá un complicado escenario fiscal; la próxima administración deberá subir impuestos, bajar el gasto público y eliminar exenciones impositivas para conseguir un ahorro equivalente de 2,5% del PIB y lograr el superávit primario necesario.

En la nueva tabla que regirá para el cálculo del IRPF, los que ganen menos de R$1.868 estarán exentos del pago del impuesto. Quienes perciban hasta R$2.799 tendrán una alícuota de 7,5%; entre este monto y los R$3.733 pagarán 15%, mientras que los que perciban hasta R$4.664 deberán tributar un 22,5%. La alícuota más alta será para quienes perciban por encima de esta cifra mensual, que tendrán que pagar un 27,5%.

Categorías: Economía, Política, Brasil.