El último reajuste del 10% anunciado por la presidenta Dilma Rousseff para la Bolsa de Familia se estima tendrá un impacto fiscal de 3.600 millones de Reales (unos 1.600 millones de dólares), exigiendo aún más las esquilmadas finanzas públicas anticipando desde ya que el próximo gobierno deberá subir impuestos, recortar el gasto y eliminar exenciones.