Las mujeres no pueden estar ausentes del debate de la agenda del desarrollo y en todos los espacios se debe promover la participación paritaria de las mujeres, lo cual es un desafío importante para América Latina y el Caribe.
Así lo señaló este viernes la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, la mexicana Alicia Bárcena, en la víspera de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
En un proceso liderado por la Organización de las Naciones Unidas, la comunidad internacional busca establecer una nueva agenda de desarrollo sostenible que suceda a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) acordados por los países en 2000 y que tienen como meta el año 2015.
Para Bárcena, no se trata de incluir a las mujeres en esta nueva agenda de desarrollo, sino de construir un modelo de desarrollo que esté basado en la igualdad entre hombres y mujeres y en la erradicación de toda forma de discriminación.
La alta representante de Naciones Unidas sostuvo que la agenda de desarrollo post 2015 no puede limitarse a la reducción de la pobreza, sino que debe verse como un proceso integral, que abarque tanto el ámbito productivo como el reproductivo.
Esto implica, mencionó, cambiar los actuales patrones de producción y consumo, insostenibles ambientalmente, y asumir colectivamente cuestiones como el trabajo no remunerado y la economía del cuidado, que hoy recaen mayoritariamente sobre las mujeres, lo que afecta su desarrollo.
De acuerdo con datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, (OIG) de la Cepal, en ningún país de América Latina las mujeres están en situación de paridad con los hombres en cuanto a participación económica.
Todavía 5 de cada 10 mujeres están fuera del mercado laboral, y el desempleo femenino es dos puntos porcentuales más alto que el masculino (7,8% versus 5,9%).
Bárcena aseguró que la autonomía de las mujeres es un factor fundamental para garantizar el ejercicio de sus derechos humanos en un contexto de plena igualdad.
La Cepal destaca tres pilares principales: la autonomía física (control sobre su cuerpo); la autonomía económica (capacidad de generar ingresos y recursos propios); y la plena participación en la toma de decisiones que afectan su vida y su colectividad.
Según datos del OIG, seis países latinoamericanos y caribeños estarán gobernados por mujeres en 2014: Argentina (Cristina Fernández), Brasil (Dilma Rousseff), Chile (Michelle Bachelet), Costa Rica (Laura Chinchilla), Jamaica (Portia Simpson) y Trinidad y Tabago (Kamla Persad- Bissessar).
Sin embargo, las parlamentarias, las ministras del máximo tribunal de Justicia y las ministras de los gabinetes presidenciales no superan el 26%. En las concejalías municipales alcanzan 25,6% y en las alcaldías apenas el 11,7%.
Trece países de América Latina y el Caribe tenían leyes de cuotas implementadas hasta 2012. En 2013, El Salvador se sumó a este grupo, lo que muestra que aún hay un número importante de países que no han adoptado medidas para mejorar la participación de las mujeres en los cargos de elección popular.