El economista de reputación internacional Guillermo Calvo que predijo el Efecto Tequila, la derrumbe mexicano de 1994 cree que China puede generar un problema global que llegaría a hacer caer el precio de los commodities y golpear a países del Mercosur como Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
En diálogo con el matutino de Montevideo, El Observador, el economista apuntó una desaceleración en China podría traer un fuerte cimbronazo en países de América Latina como Brasil, Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Parguay. El especialista augura que esto podría desatarse debido a una fuerte caída de los precios de los commodities.
El ex economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) coincidió con los pronósticos que indican que la próxima gran crisis internacional se desatará principalmente a partir de los mercados emergentes. Reconoció también que Brasil y China pueden llegar a ser los desencadenantes, aunque resaltó la importancia del gigante asiático en este proceso.
”A mí me preocupa más China. La razón es financiera. Casi la mitad del crédito en la China hoy día se da a través de 'shadow banks' (sistema bancario en las sombras, no regulado) como los que causaron la gran recesión (o crisis sub-prime en Estados Unidos y Europa), explicó Calvo.
El director del Centro Internacional de Economía de la Universidad de Maryland alerta que un posible frenazo del crédito chino podría desencadenar en un fuerte colapso de la demanda china, lo cual generaría una sensible caída de los precios de los commodities.
En el plano más macro, Calvo consideró que estamos en un momento en que la economía mundial se puede desbarrancar. El principal motivo para sostener esta idea que expone el especialista reside en el hecho de que Estados Unidos en los últimos años ha mostrado una importante recuperación, luego de la crisis económico-financiera. Esto, según el profesor de Economía, Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Columbia, puede revertir fuertemente el flujo de capitales en las economías emergentes.
Consultado por los problemas que viene sufriendo la gestión del gobierno de la presidenta Cristina Fernández, Calvo subrayó que uno de los grandes pecados mortales de esta administración fue el cepo cambiario. Al respecto, el economista resalta dos consecuencias fundamentales: en primer lugar, sostiene que el cepo interfiere con la inversión, especialmente la que se origina en el exterior; mientras que la otra consecuencia que adhiere es que impidió a las firmas extranjeras repatriar ganancias.
Esto, según explica Calvo, resultó en un aumento significativo de los depósitos bancarios de corto plazo en espera de una oportunidad de huir hacia el exterior. De acuerdo a los datos que expone Calvo, las cifras rondarían al menos el 5% del PBI, una bomba de tiempo” similar a la del Rodrigazo (ajuste que dispuso el ministro de Economía de Isabel Perón, Celestino Rodrigo, que devaluó 160% y causó una fuerte explosión inflacionaria en 1975/76).
Aunque no se atrevió a establecer una comparación con la crisis económica, política y social de 2001, que terminó con la presidente de Fernando de la Rúa, el economista aseguró que si eso ocurre, las consecuencias políticas no van a pasar desapercibidas y van a cambiar el equilibrio político en el país.
En cuanto a Uruguay, dijo que el problema es que vive en un barrio complicado, pero al mismo tiempo destaca la gestión macroeconómica de Montevideo en los últimos años.
Lo peor para Uruguay y para el mundo es si otros países se derrumban junto con Argentina, añade el especialista.
Otra cuestión a tener en cuenta, según Calvo, es lo que suceda con Turquía, uno de los emergentes que están en el ojo de la tormenta por estos días. Sería preocupante si Turquía, que está en la cuerda floja, sufre una fuerte salida de capitales y se ve forzada a poner un cepo como Argentina, resume el especialista.
Y concluye: Eso podría llevar a que los inversores piensen que se va a generalizar y se salgan de todos ellos, incluido Uruguay.