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Dilma al Vaticano para una foto con el Papa y un nuevo cardenal brasileño

Lunes, 10 de febrero de 2014 - 07:23 UTC
”Soy el primer papa latino-americano, soy el primer papa jesuita, el primer papa argentino y también soy el primer papa peronista” ”Soy el primer papa latino-americano, soy el primer papa jesuita, el primer papa argentino y también soy el primer papa peronista”
Francisco con mandatarios sudamericanos durante la jornada de la juventud en Rio de Janeiro en julio pasado  Francisco con mandatarios sudamericanos durante la jornada de la juventud en Rio de Janeiro en julio pasado

La presidenta de Brasil viajará al Vaticano para estar presente el 22 de febrero cuando el arzobispo de Rio de Janeiro, Orani Tempesta sea ungido cardenal.

 La ceremonia incluirá también un encuentro con el Papa Francisco, Gilberto Carvalho dadas las excelentes relaciones entre ambos líderes pero también será una oportunidad para refrescar la imagen de Dilma muy castigada últimamente por las protestas a propósito de los gastos para la Copa del Mundo que comienza en junio.

Justamente el buen relacionamiento del Vaticano con la presidenta de Brasil fue ilustrado por el secretario general de la presidencia, hombre de máxima confianza de Dilma, quien narró algunas anécdotas de Francisco cuando estuvo de visita en Brasil en julio 2013, un acontecimiento considerado histórico por las multitudes que movilizó el Papa, tanto en Rio para la Jornada Mundial de la Juventud como en Sao Paulo al santuario de la Virgen Aparecida, patrona del país.

Al arribar a Brasil, en julio de 2013, el papa Francisco comentó, entre risas, que llegaba al país para conocer a Dios, ya que según un dictado popular “Dios es brasileño”. Así lo comentó la presidenta Dilma Rousseff, que analiza realizar este mes su segunda visita al Vaticano.

La anécdota fue revelada recientemente por Rousseff al ministro Carvalho, quien contó que todo comenzó en marzo de 2013 en la Santa Sede.

“Cuando Dilma salió de la reunión con Francisco en el Vaticano, ella declaró, bromeando, que los argentinos están de fiesta porque tienen un Papa, pero los brasileños tienen a Dios que es brasileño”, narró Carvalho.

“Luego, en julio (2013), cuando Francisco llegó a Rio, dijo sonriendo: 'señora presidenta yo vine aquí para encontrar a un ilustre brasileño', allí Dilma quedó medio descolocada, y pensó que el Papa quería ver a Lula da Silva, ver a Pelé. Entonces pasan unos segundos y allí Francisco le dice 'vine a encontrar a Dios, que es brasileño’”, reveló Carvalho.

El ministro Carvalho es el interlocutor del gobierno con el Vaticano, y estuvo junto a Rousseff durante la reunión de la mandataria y el Sumo Pontífice en la Santa Sede hace un año.

“En marzo de 2013 fue la primera conversación reservada entre ambos. Allí Francisco la saluda y le dice: 'soy el primer papa latino-americano, soy el primer papa jesuita, el primer papa argentino’. Y allí comenzó a reír y agregó: ’también soy el primer papa peronista’ ”, contó el funcionario a la prensa.

Carvalho más adelante dijo que “Dilma está encantada con Francisco, hay coincidencias de propósitos, de perspectivas, de compromiso con la disminución de las desigualdades, con la fraternidad... Ella no es muy religiosa en el sentido de ir a misa los domingos pero respeta mucho a la Iglesia”.

”Nuestro proyecto político (gobierno del Partido de los Trabajadores) se nutrió mucho con la Iglesia progresista, tanto desde el punto de vista del debate de ideas como en la formación de cuadros políticos“, indicó Carvalho.

Y continuó: ”si uno ve los cuadros medios del PT, verá cuanta gente viene de la Iglesia, muchos directorios locales prácticamente surgieron en las parroquias, yo encabece el directorio petista en el estado de Paraná, y había lugares donde antes de la reunión política se rezaba una oración“.

”Fui seminarista y continúo muy vinculado a la Iglesia, es cierto que antes de la llegada de Francisco las relaciones pasaron por algunos momentos delicados, la presidenta Dilma quedó muy disgustada por algunos hechos que ocurrieron en la campaña electoral de 2010“, reveló.

En la primera etapa del gobierno de Rousseff, que asumió en 2011, ”tuvimos que dialogar bastante con la Conferencia Nacional de Obispos (de Brasil), así las cosas fueron mejorando paulatinamente, y al final la relación se recompuso bastante durante la época anterior (de Benedicto XVI) pero indudablemente con Francisco hay una sintonía más marcada“, aseveró.

En la contienda presidencial de octubre de 2010, algunos obispos y sacerdotes que fueron recibidos por el Papa Emérito Ratzinger en la Santa Sede, manifestaron desde sus púlpitos su oposición a la entonces candidata Rousseff, del Partido de los Trabajadores, insinuando que ella respaldaba al aborto.

En ese sentido, señaló Carvalho, el contraste entre el alemán Joseph Ratzinger y el argentino Jorge Mario Bergoglio es nítido: ”Francisco no vino a Brasil a hablar del aborto como prioridad, vino a traer su discurso de humildad, de fraternidad, a Dilma la impresionó mucho esa frase de que el pastor debe oler igual que sus ovejas”.

Categorías: Política, Brasil, Internacional.