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Preocupación en Europa por la situación económica de Argentina

Lunes, 27 de enero de 2014 - 18:50 UTC
El primer ministro Letta y el presidente Rajoy abordaron la situación en Argentina El primer ministro Letta y el presidente Rajoy abordaron la situación en Argentina
Capitanich y Echegaray, pero sin Kicillof, detallan los pasos a cumplirse para atesorar dólares Capitanich y Echegaray, pero sin Kicillof, detallan los pasos a cumplirse para atesorar dólares
En las calles de Buenos Aires reinaba incertidumbre pues muchas casas de cambio no vendían dólares En las calles de Buenos Aires reinaba incertidumbre pues muchas casas de cambio no vendían dólares

En la Unión Europea hay preocupación por la situación económica en Argentina, según expresó este lunes el primer ministro italiano, Enrico Letta, durante una reunión con el presidente de España Mariano Rajoy. El interés se explica pues ambos países tienen importantes inversiones en Argentina y además, subyacente, se teme que la combinación de creciente inflación y fuerte devaluación en Argentina pudiera extenderse en la región.

A pesar de admitir la “preocupación” -especialmente por el impacto negativo que la devaluación de la semana pasada en otros mercados emergentes-, Letta dijo que si esta situación “hubiera estallado hace un año, hoy estaríamos en otra situación de preocupación”.

“Los problemas en Argentina hoy encuentran una Unión Europea que es mucho más sólida, y un Euro que es mucho más sólido, y con mucha más habilidad de lidiar con este tipo de preocupación”, dijo el premier en una conferencia de prensa en Roma.

Por su parte, Rajoy destacó la importancia de los vínculos que unen a esa nación con la Argentina al indicar que “es un gran país y un gran amigo” y agregó que “hay muchas empresas españolas que han invertido allí y están allí para quedarse”.

Las declaraciones de los mandatarios europeos se dieron al mismo tiempo que el gobierno argentino detallaba algunas de las medidas que se habían anunciado una semana atrás cuando el Peso oficial se desplomó a 8 Pesos el dólar y el paralelo superaba los 13 Pesos, en tanto las reservas del banco central caían a 29.000 millones de dólares.

El lunes temprano por la mañana el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, acompañado por el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, (pero sin la presencia del ministro de economía Axel Kicillof) explicó el nuevo mecanismo para autorizar o no la compra de dólares para atesoramiento.

“Podrán acceder a la tenencia de dólares todos los trabajadores registrados en relación de dependencia, autónomos o mono-tributistas inscriptos en la AFIP en función del ingreso mensual, habitual y permanente”, afirmó el funcionario.

Capitanich advirtió que podrán comprar dólares aquellos que ganen en promedio un mínimo de 7.200 Pesos argentinos mensuales, tomando en cuenta el último año.

En tanto, la compra tendrá un límite máximo de 2.000 dólares por mes y exigirá una inmovilización de un año en una cuenta bancaria para evitar un 20% adicional.

Por su parte el presidente del Banco Ciudad de Buenos Aires, Rogelio Frigerio, cuestionó las últimas medidas anunciadas por el gobierno sobre el dólar y alertó que la divisa norteamericana “no tiene techo” a la vez que consideró que el ministro Axel Kicillof, “como economista, no pasa un examen”.

En una entrevista con el matutino La Nación, Frigerio advirtió que “el principal problema de la economía es la inflación y eso el gobierno no lo quiere ver ni toma medidas de fondo para frenarla”. Además, no descartó que el impacto en los precios de la fuerte devaluación aplicada por el kirchnerismo pueda trasladarse a los precios.

“De esta supuesta apertura inicial de un cepo que no existía, ahora pasan a restringirlo cada vez más.

Creo que esa medida la tomaron ante la posibilidad de quedarse sin reservas rápidamente, es muy peligroso quedarse sin reservas en un mercado liberado”, afirmó el presidente del Banco Ciudad.

Para Rogelio Frigerio, “hay que ver de esta devaluación cuánto se traslada a los precios.

Puede ser muy importante, porque cuando devalúas, con expectativas inflacionarias tan altas, sin nada de capacidad instalada ociosa y bajo desempleo, todas las condiciones están dadas para que se traslade a precios”. Empero Frigerio aclaró que la situación actual es distinta a la de la debacle de 2001 donde había deflación, una recesión y también híper-desempleo.

“En ese momento se hizo una bruta devaluación y se logró que fuera términos reales y no nominales. Si ahora, la devaluación no se traslada a los precios habría que quemar los libros”.