La empresa estatal Aerolíneas Argentinas cerró 2013 con pérdidas por 247,1 millones de dólares, un 44,1% menos que los 441,7 millones de dólares que perdió durante 2012. Así lo informó en conferencia de prensa su presidente, Mariano Recalde.
Se cumplieron las metas de producción establecidas en el presupuesto y en el plan de negocios de la compañía, con un incremento de pasajeros de casi el 20% respecto del 2012 y una tendencia cada vez menor de asistencia del Estado, dijo.
Según los resultados presentados las ventas durante 2013 de la aerolínea de bandera alcanzaron los 1.918 millones de dólares, un 21,7% más que los 1.575,9 millones de 2012. Las frecuencias, horas de vuelo y pasajeros aumentaron 16,3%, 14% y 19,1% respectivamente.
Durante la presentación de los resultados, Recalde dijo también que en 2014 la empresa volverá a volar, después de 25 años, a todas las provincias. Según Recalde, la empresa piensa incorporar más aviones para alcanzar los 10 millones de pasajeros.
Aerolíneas Argentinas y Austral consumieron antes de finalizar el año la totalidad de los fondos que le había autorizado el Congreso para el ejercicio 2013. Según datos del Ministerio de Economía, las dos Aerolíneas terminaron de gastar durante noviembre los 3.179 millones en subsidios previstos en el Presupuesto 2013. Para poder operar durante diciembre y llegar al 31, las dos empresas estatizadas que preside Mariano Recalde debieron echar mano a una nueva partida de subsidios del Estado por $275 millones. Esta operación se concretó por fuera del Presupuesto 2013.
Los subsidios girados a Aerolíneas y Austral totalizaron 3.454 millones entre el primero de enero y el 26 de diciembre de 2013. El monto equivale a unos 628 millones de dólares, o 1,7 millones por cada día del año si se toma la cotización del dólar oficial promediando entre enero y fines de noviembre.
Desde su estatización a mediados de 2008, Aerolíneas y Austral demandaron al Estado 3.927 millones de dólares. La mayor parte del monto fue administrado por Recalde, que preside Aerolíneas desde julio de 2009. Si bien la situación financiera de Aerolíneas durante los últimos meses de la administración Marsans se encaminaba hacia un nuevo quebranto, no existen precedentes de un auxilio financiero de esta magnitud para una aerolínea mediana.