El Estado boliviano controla ahora el 38 % de la economía del país debido a su política de nacionalización de empresas en los sectores estratégicos, aplicada desde 2006, cuando ese porcentaje era de solo un 15 %, afirmó el vicepresidente Álvaro García Linera, durante una exposición sobre el modelo económico boliviano en la Universidad Gabriel René Moreno de la ciudad de Santa Cruz.
“Antes de que llegáramos nosotros, el Estado se hacía cargo de un 15 % del Producto Interior Bruto (PIB). Hoy el estado se hace cargo de cerca del 38 ó 39 % del PIB”, dijo García Linera.
El presidente boliviano, Evo Morales, asumió el poder por primera vez en enero de 2006, comenzó su segundo mandato el mismo mes de 2010 y el próximo año buscará un tercer mandato, hasta el 2020.
García Linera afirmó que se estatizaron de forma selectiva las empresas claves de la economía que generan ganancia, por lo que “no hay ningún afán” de nacionalizar todas las privadas.
Desde 2006, Morales nacionalizó una veintena de compañías en los sectores de hidrocarburos, telecomunicaciones, electricidad, minería, gestión de aeropuertos y producción de cemento, entre otras áreas, de inversores europeos, norteamericanos, latinoamericanos e incluso bolivianos.
Muchas de las empresas aún no han recibido las compensaciones por la expropiación y han planteado demandas internacionales de arbitraje contra el Estado boliviano o han amenazado con hacerlo.
García Linera justificó la nacionalización porque para Bolivia era clave retener el excedente de los sectores y convertirlo en el motor de la economía nacional, que este año llegará a un 6,5 %, el más alto en 28 años de la historia boliviana, según el Ministerio de Economía y Finanzas.
Hace casi ocho años, el PIB era equivalente a 8.000 millones de dólares, pero ahora ronda los 32.000 millones, según han destacado el Gobierno y el Banco Interamericano de Desarrollo.
García Linera refutó que el crecimiento de Bolivia se explique solo por los mejores precios del gas natural que se exporta a Brasil y Argentina y aseguró que fue clave cambiar el régimen de propiedad de las empresas estratégicas.
En ese sentido, explicó que si el grupo de petroleras nacionalizadas siguiera en manos extranjeras, los ingresos del Estado con el actual precio de hidrocarburos sería de 1.600 millones de dólares, pero bajo el control estatal esa suma es hoy equivalente a los 4.200 millones.
El vicepresidente insistió además en que si no se hubiera cambiado la propiedad, la diferencia entre ambas cifras, equivalente a unos 2.600 millones de dólares, se hubiera enviado al exterior como ganancias de las trasnacionales.