España y el Reino Unido pactaron y llevaron a la Asamblea General de la ONU una declaración sobre Gibraltar con la que se comprometen a resolver la disputa sobre la soberanía del Peñón, anunció este martes el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo.
El jefe de la diplomacia española calificó al acuerdo como un primer paso hacia el restablecimiento de la normalidad que se rompió en 2004, cuando el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero creó el Foro Tripartito que daba a Gibraltar personalidad jurídica propia.
La declaración insta a España y al Reino Unido a llegar a una solución definitiva sobre el Peñón escuchando los intereses y aspiraciones de Gibraltar, siempre que sean legítimas conforme al derecho internacional.
También se comprometieron a cumplir con el espíritu de la Declaración de Bruselas de 1984 -por la que Madrid y Londres acordaron negociar la soberanía del Peñón- y las resoluciones de la ONU, que respetan la integridad territorial de España.
Para España lo principal de la declaración -que fue acordada el 28 de octubre en la Comisión de Descolonización y debe convertirse en resolución de la ONU- es que las aspiraciones e intereses de Gibraltar deben ser legítimas conforme al derecho internacional, remarcó García Margallo en declaraciones a la prensa tras un acto en el Instituto Cervantes de Madrid.
La diplomacia española entiende con esto que los gibraltareños no pueden reclamar el derecho a la autodeterminación.
Este verano la tensión se disparó por el lanzamiento de 70 bloques de hormigón al mar por parte de las autoridades del Peñón en una zona en la que faenan pescadores españoles, así como la construcción de un nuevo espigón en La Roca, medidas que España interpretó como provocaciones. Gibraltar alega que ello fue motivado para la conservación de los recursos marinos y evitar el uso de redes de arrastre.
En respuesta, el Ejecutivo español intensificó los controles en la única frontera común con la colonia británica, lo que provocó largas colas de vehículos que acuden diariamente a Gibraltar, y luego amenazó con crear una tasa fronteriza de 50 euros.
La tensión se rebajó cuando España y el Reino Unido acordaron resolver la crisis por la vía del diálogo y aceptaron una misión de la Unión Europea a la frontera común para evaluar la situación.
El texto de la declaración, si bien toma nota de la voluntad británica de mantener el Foro Tripartido, también recoge la posición española de que ya no existe y debe ser sustituido por un nuevo mecanismo de cooperación en el que estén representados todas las autoridades competentes en la materias susceptibles de conflicto”.
De esta forma, la resolución respalda la creación de grupos de trabajo ad hoc a cuatro bandas- España, Reino Unido, Gibraltar y Junta de Andalucía- para resolver problemas como la pesca y medioambiente, según palabras del Ministro García Margallo.