Cientos de emblemáticos monumentos, como el Cristo Redentor de Río, la Torre Eiffel y la Ciudad Prohibida de Pekín, quedarán a oscuras hoy sábado durante la Hora de la Tierra, en la que millones de personas apagarán la luz 60 minutos para combatir el cambio climático.
Organizada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), la operación adquirió una dimensión mundial en 2008 y el sábado a las 20.30 locales, cientos de ciudades y pueblos quedarán parcialmente a oscuras.
Esta cuarta edición de la iniciativa se celebra tres meses después del fracaso de la cumbre sobre el clima de Copenhague y promete ser la más exitosa, con 125 países participantes frente a los 88 del año pasado, anunciaron los organizadores.
La acogida dada a la Hora de la Tierra fue inmensa. La tasa de respuesta es muy superior al año pasado, afirmó con satisfacción el fundador del movimiento, Andy Ridley.
Muchas multinacionales como Google, Coca Cola, Hilton, McDonalds, Canon, HSBC e IKEA se han apuntado al apagón por el bien del planeta.
Sídney será, por la diferencia horaria, la primera en sumergir en la oscuridad varios edificios, con el apagado de las luces de la Opera. Le seguirán otras ciudades y monumentos célebres del mundo, como las Pirámides de Egipto, la Fontana di Trevi y la Torre de Pisa en Italia, o la Torre Eiffel de París.
En Río de Janeiro, el Cristo Redentor permanecerá a oscuras y la alcaldía organiza varias actividades como una vigilia a la luz de las velas en la Lagoa Rodrigo de Freitas.
El alcalde de la capital mexicana, Marcelo Ebrard, asistirá al apagado de luces en la glorieta del Angel de la Independencia, el monumento más emblemático de la ciudad, durante un espectáculo musical.
Los principales edificios de la Ciudad de México, como la catedral, el Palacio Nacional, el Museo de Bellas Artes y la Torre Mayor, también se verán a oscuras, junto a los de otras urbes de todo el país, incluidas Guadalajara, Monterrey y Cancún.
Pekín, con su Ciudad Prohibida y el emblemático Nido de Pájaro, estadio de los Juegos Olímpicos de 2008, también oscurecerá. Estos apagones adquieren un significado especial en China, cuyo fulgurante crecimiento económico llegó acompañado de una contaminación tal que ostenta el título de mayor contaminante del planeta.
Se supone que la operación Hora de la Tierra traspasará las fronteras geográficas y económicas, consideró Ridley.
En Japón, el Memorial de la Paz de Hiroshima participará en la operación mientras que los grupos Sony, Sharp y Asahi cortarán el alumbrado en Tokio.
En Dubái, Burj Khalifa, la torre más alta del mundo, se sumirá en la oscuridad.
El movimiento nació en Sídney en 2007 cuando 2,2 millones de personas permanecieron a oscuras durante 60 minutos para sensibilizar a la opinión pública sobre el consumo excesivo de electricidad y la contaminación por dióxido de carbono.
En diciembre, la Conferencia de Copenhague, bajo la égida de la ONU, desembocó en un acuerdo de mínimos entre 30 países, de los 192 participantes.
El acuerdo fija como objetivo limitar a dos grados la subida media de la temperatura del planeta, pero es impreciso sobre cómo se conseguirá al no cifrar objetivos a corto plazo (2020) ni a medio (2050).
Los grandes países en desarrollo, como China e India, se niegan a aceptar obligaciones vinculantes y consideran que los objetivos de los países industrializados están muy lejos de su responsabilidad en la contaminación del planeta.
http://www.earthhour.org/