
Comenzó en Chile este viernes un periodo obligatorio de silencio electoral, brindando un espacio para la reflexión antes de los comicios presidenciales y legislativos del domingo, tras una larga y tensa campaña.

Acosada por el descrédito de la clase política y corrupción en su propia familia, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, firmó un proyecto de reforma constitucional para dar autonomía al Servicio Electoral (Servel), el cual ya no dependerá del Poder Ejecutivo y podrá abordar todo lo atinente a la financiación de los partidos políticos.