En un país que se destaca hace mucho tiempo como ejemplo de los principios de libre mercado en América Latina, dos jóvenes comunistas captan buena parte de la atención en los círculos de gobierno.
La presidenta electa de Chile Michelle Bachelet dijo que las reformas que se propone llevar adelante no suponen una amenaza para el sector privado “ni para nadie en el país” y anunció que promoverá la integración latinoamericana “sin sesgos ideológicos y sin exclusiones”, a la vez que enfatizó que el nombramiento del gabinete es atribución exclusiva del Ejecutivo.