La Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó este lunes su preocupación por la situación política en Myanmar, pidió solidaridad internacional con ese país, e informó de que al menos 45 personas, entre ellos varios parlamentarios, han sido detenidos.
El ejército de Myanmar dio este lunes un golpe de Estado y detuvo a los principales políticos, entre ellos a la Nobel de la Paz y activista prodemocrática Aung San Suu Kyi, en una abrupta marcha atrás en el complicado proceso de retorno a la democracia de la nación del sudeste asiático tras casi medio siglo de dictadura.
Aung San Suu Kyi, otrora considerada digna del mayor honor de Amnistía Internacional, fue despojada de su diploma de Embajadora de Conciencia de la organización de derechos humanos, que recibió en 2009, debido a la vergonzosa traición de los valores que una vez defendió, se anunció el martes.