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Líder de Myanmar Aung San Suu Kyi ya no merece premio de Amnistía Internacional

Martes, 13 de noviembre de 2018 - 19:36 UTC
Aung San Suu Kyi ha caído en desgracia entre los defensores de los derechos humanos. Aung San Suu Kyi ha caído en desgracia entre los defensores de los derechos humanos.

Aung San Suu Kyi, otrora considerada digna del mayor honor de Amnistía Internacional, fue despojada de su diploma de Embajadora de Conciencia de la organización de derechos humanos, que recibió en 2009, debido a la “vergonzosa traición de los valores que una vez defendió”, se anunció el martes.

“Hoy, estamos profundamente consternados de que ya no represente usted un símbolo de esperanza, coraje y la eterna defensa de los derechos humanos”, escribió a Suu Kyi el secretario general de Amnistía, Kumi Naidoo.

“Amnistía Internacional no puede justificar su status quo como receptora del premio Embajadora de Conciencia y, por lo tanto, con gran tristeza, estamos retirándoselo”, agregó.

Amnistía criticó a la ganadora del Premio Nobel en un comunicado de prensa por no haber utilizado su “autoridad política y moral” para proteger los derechos humanos en su país y por su “aparente indiferencia” ante las atrocidades militares en áreas étnicas. Suu Kyi ha “protegido activamente a los militares del escrutinio y la responsabilidad internacionales”, en palabras de Naidoo.

La otrora defensora de los derechos humanos también fue acusada de “aumentar la intolerancia a la libertad de expresión”. Además del premio de Amnistía, le han quitado varias distinciones prestigiosas, como el Premio Elie Wiesel del Museo del Holocausto de los Estados Unidos, otorgado en 2012.

En noviembre de 2017, Suu Kyi fue despojada del premio Libertad de la Ciudad de Oxford, con el que fue honrada en 1997 por ”su oposición a la opresión y el gobierno militar en Birmania (hoy Myanmar)“. Ella había estudiado en el St. Hugh's College en la Universidad de Oxford, pero su retrato ya ha sido retirado. Y en septiembre, la Cámara de los Comunes de Canadá votó por unanimidad la revocatoria de su ciudadanía honorífica en medio de denuncias de genocidio de la minoría musulmana rohingya.

El anuncio de Amnistía se produce cuando los funcionarios en Myanmar y Bangladesh se preparan para repatriar a más de 2.000 refugiados rohingya que huyeron de una brutal represión militar en el estado de Rakhine de Myanmar el año pasado. El ejército de Myanmar ha sido acusado de usar violación, asesinato e incendio intencional en una campaña sistemática de limpieza étnica que llevó a más de 700,000 rohingya a huir a Bangladesh, donde languidecen en lo que se ha convertido en el campamento de refugiados más grande del mundo.

Las Naciones Unidas han pedido a la Corte Penal Internacional de Justicia que emprenda una investigación sobre la participación de los líderes militares de Myanmar en el genocidio.

Suu Kyi, quien actualmente se desempeña como consejero estatal de Myanmar, una posición similar a la de un primer ministro, ha negado repetidamente los abusos ocurridos en el estado de Rakhine, diciendo que el ejército estaba respondiendo a los ataques de los militantes rohingya. Desde que asumió el cargo en 2015, los activistas de derechos humanos y los periodistas continuaron siendo encarcelados por su trabajo bajo las leyes represivas de la era colonial, dijo Amnistía.

”También nos ha horrorizado ver a su administración difundir narrativas de odio contra las minorías, fomentando en lugar de desafiar la discriminación y la hostilidad“, dijo Naidoo en la carta.

La propaganda del gobierno retrata a los rohingya como inmigrantes musulmanes ilegales de Bangladesh y los califica de ”bengalíes“.

Al tomar su decisión final, Amnistía también consideró operaciones militares en otras áreas del país, donde más de 100,000 personas han sido desplazadas en años de guerra civil.

El gobierno de Suu Kyi ha refrenado activamente la libertad de expresión, arrestando a ”defensores de derechos humanos, periodistas y otros activistas pacíficos“, explicó Naidoo.

A principios de este año, los reporteros de Reuters Wa Lone y Kyaw Soe Oo fueron sentenciados a siete años de prisión por violar la Ley de Secretos Oficiales al investigar las atrocidades militares.

Suu Kyi estaba bajo arresto domiciliario cuando fue elegida Embajadora de Conciencia de Amnistía Internacional en 2009 por su lucha pacífica y no violenta por la democracia y los derechos humanos.

Naidoo prometió continuar ”luchando por la justicia y los derechos humanos en Myanmar, con o sin su apoyo”.
Suu Kyi es la hija más joven del general de división Aung Sang, quien es considerado el padre de la nación de la actual Myanmar. Fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1990.

Categorías: Política, Internacional.