TELAM – El presidente brasileño Jair Bolsonaro transformó en asesor y negociador político al exmandatario Fernando Collor de Mello (1990-1992), quien renunció al cargo en medio de un juicio político por corrupción. Bolsonar, a su vez, admitió su distanciamiento con el vicepresidente Hamilton Mourao.
El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso aseguró en Sao Paulo que el gobierno de Dilma Rousseff, (sin cuestionar su honestidad y probidad personal de la mandataria), “no tiene más condiciones para gobernar” y que Brasil vive una democracia “corroída y corrompida”.
El senador y ex presidente de Brasil Fernando Collor de Mello abandonó al Partido Laborista, que apoya abiertamente un juicio político contra la jefa de Estado, Dilma Rousseff, como el que él enfrentó antes de renunciar a la Presidencia en 1992.
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, negó que pueda renunciar a su cargo tras haber sido denunciado por corrupción ante la corte suprema y descartó adoptar represalias por un supuesto complot en su contra.
La Fiscalía brasileña denunció este jueves formalmente ante la justicia al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha y al senador y ex-presidente Fernando Collor de Mello por su supuesta participación en una trama de sobornos en contratos con la petrolera estatal Petrobras.
La policía brasileña allanó el martes la vivienda del ex-presidente y actual senador Fernando Collor de Mello (1990-92), en el marco de una gigantesca operación en varios estados para hallar nuevas pruebas de la causa de corrupción en Petrobras. Los 53 procedimientos fueron ordenados por la Corte Suprema, responsable de juzgar los casos que involucran a políticos con cargos vigentes, en la trama delictiva que le costó más de 2.000 millones de dólares en pérdidas a la petrolera.
La justicia brasileña absolvió al ex-presidente y actual senador Fernando Collor de Mello (1990-1992) de supuestos delitos cometidos durante su mandato, que fueron juzgados más de 20 años después. En su sitio web, la Corte Suprema, que tomó el caso por su condición de parlamentario, “juzgó improcedente la acción penal” contra Collor “por la supuesta práctica de los delitos de falsedad ideológica, corrupción pasiva y desvío de dinero”.