El Banco Mundial habla de “cisnes negros” al analizar la coyuntura global, un término que se popularizó cuando se gestaba el derrumbe del sistema financiero hace una década. Hace seis meses, el organismo esperaba que América Latina acelerara el crecimiento este año. Ahora lo deja en un anémico 0,6%, medio punto más bajo que en 2017 y lejos del 1,7% que proyectó en junio. Y advierte, también, de los riesgos por el costo de la deuda y la reversión en los flujos de capitales.
El Fondo Monetario Internacional ha elevado las previsiones de crecimiento económico de Latinoamérica para este año en una décima, hasta llegar al 2%. La mejora se debe, en gran medida, al impulso de Brasil, que aumenta sus estimaciones del 1,9% al 2,3%. En el otro extremo Venezuela se desploma un 15%.
América Latina y el Caribe crecerán un 2,6% de promedio entre 2018 y 2020, por debajo del crecimiento global, debido a los bajos niveles de inversión y productividad, indicó hoy el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) al presentar su informe macroeconómico.