Por Antonio Guterres (*) – El coronavirus (COVID-19) está trastornando nuestro entorno. Sé que muchas personas están nerviosas, preocupadas y confusas. Es completamente natural. La amenaza de salud a la que nos enfrentamos es distinta a cualquier otra que hayamos vivido.
El Ministerio de Salud de Argentina comunicó que este domingo que fueron confirmados once nuevos casos de COVID-19. De ellos seis son de la Ciudad de Buenos Aires, dos en Chaco, dos en Tierra del Fuego y uno de la provincia de Buenos Aires.
El secretario de Estado británico para la Salud, Matt Hancock, confirmó el domingo el inicio de un protocolo para aislar a las personas mayores de 70 años en el país “durante un período prolongado” para protegerlos del coronavirus.
Argentina informó que declarará la emergencia sanitaria y suspenderá los viajes a los países más afectados por el coronavirus para evitar la propagación del brote en el país, que el jueves confirmó tres casos de transmisión local.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó el lunes que la epidemia por el coronavirus Covid19 se estabilizó en China donde se confirmaron 77.362 personas enfermas y 2.618 muertes, y alertó que el mundo debe prepararse para una posible pandemia ante el aumento de los casos en Italia, Irán y la República de Corea.