Los ex presidentes brasileños Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff coincidieron en condenar la gestión del actual mandatario de derechas, Jair Bolsonaro, en la pandemia del coronavirus al participar, virtualmente, en un inédito acto conjunto por el Día Internacional de los Trabajadores.
El ex residente de Brasil Lula da Silva (2003-2011) descartó buscar una candidatura presidencial para 2022, para la que está legalmente inhabilitado, a la vez que fustigó al presidente, Jair Bolsonaro, quien vive de atacar y de buscar enemigos todo el día.
El Gobierno de Brasil está trabajando en un plan para retomar gradualmente la actividad económica, dijo un funcionario de alto rango del Ministerio de Economía, quien agregó que espera que pronto haya partidos de fútbol profesional, pero a puertas cerradas.
El presidente de Brasil Jair Bolsonaro aprovechó el lunes para dar una señal de fortaleza política al mostrar un gabinete unido en torno a su figura y respaldar a uno de sus férreos aliados, Paulo Guedes, y su política económica liberal, frente a la interna que existe con el ala militar del gobierno.
El panorama de la economía brasileña sigue deteriorándose, según mostró una serie de sondeos el lunes, ya que economistas del banco global Citi recortaron su previsión para 2020 y predijeron “la peor contracción anual de la historia” para este año.
El gremio de la Policía Nacional (federal) de Brasil le exigió públicamente al presidente Jair Bolsonaro que garantice “la total autonomía” de su nuevo director. El hecho ocurre luego de la renuncia del Ministro de Justicia y Seguridad Pública Sergio Moro, quien lo hizo para protestar la interferencia política y designación de un nuevo director, (de total confianza del presidente) al frente de la fuerza de alcance federal.
El mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, nombraría a Jorge Oliveira, actual secretario general de la Presidencia, en reemplazo del exministro de Justicia Sérgio Moro, quien en su renuncia acusó a Bolsonaro de haber procedido impropiamente.
Brasil está preparando un nuevo paquete de estímulo fiscal para batallar contra los estragos económicos del nuevo coronavirus, pero el aspecto más notable puede ser lo que no está: la impronta del ministro de Economía, Paulo Guedes.
El gobierno de Brasil anunció un plan de recuperación económica y social a 10 años con el objeto de mitigar el impacto de la pandemia de coronavirus, que causó más de 45.700 contagios y de 2.900 muertes.
A un mes del confinamiento dispuesto por la mayoría de los gobernadores de los estados del Brasil, pero no por la administración federal, ocho de ellos iniciaron el miércoles una reapertura gradual de la actividad comercial en consonancia con la presión que el presidente Jair Bolsonaro viene ejerciendo para reactivar la economía.