El empresario implicado en la red de corrupción de la petrolera estatal brasileña Petrobras ratificó que esa trama se robusteció a partir de 2004, cuando era presidente Lula da Silva (2003-2010).
El ejecutivo de la constructora Toyo Setal, Augusto Ribeiro de Mendonça Neto denunció que los pagos de sobornos a los directivos de Petrobras eran rutinarios para quienes firmaban contratos con la compañía brasileña, y que quienes se beneficiaban de esos negocios formaban un club.