El principal sindicato de trabajadores públicos de Argentina, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), inició al mediodía del martes una huelga de 36 horas para protestar contra los recientes despidos y recortes de gastos de la administración libertaria del presidente Javier Milei, además de reclamar ajustes salariales para hacer frente a la inflación. La medida es simultánea con un paro de 24 horas que afecta a los servicios aéreos, ferroviarios y subterráneos.