Peña reconoció que su país enfrentaba tensiones inherentes a una economía en desarrollo El Banco Central del Paraguay (BCP) anunció este martes que el país concluyó 2025 con una tasa de inflación anual del 3,1%, cumpliendo con éxito su rango meta y demostrando una tendencia de estabilidad macroeconómica continua.
La cifra de cierre fue inferior al 3,8% registrado en 2024 y se situó por debajo de la estimación inicial del BCP de 3,6%. En este contexto, el presidente Santiago Peña calificó 2025 como un año único para el país, destacando una proyección de crecimiento del PIB superior al 6%.
El último mes del año registró una deflación del 0,3%, impulsada principalmente por una caída en los costos volátiles, con importantes reducciones de precios en combustibles (-4,0%), verduras y tubérculos (-12,6%), lácteos, huevos y pastas. Por otro lado, la temporada navideña y la demanda de servicios provocaron alzas de precios en turismo, internet y peluquería.
A pesar del ligero aumento en diciembre en la carne de res (0,3%), el anual acumulado de estos productos alcanzó el 12,6%, lo que generó una tensión relacionada con el costo de vida para el consumidor promedio.
Las nuevas cifras marcaron el tercer año consecutivo de crecimiento superior al 4%, una racha que, según el mandatario, no se había registrado desde el período 2006-2008.
Los pilares clave del éxito económico en 2025 incluyeron casi 2.000 millones de dólares estadounidenses en inversiones en salud, educación y seguridad, muchas de ellas derivadas de negociaciones con Brasil.
Además, el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi de Asunción superó los niveles de tráfico prepandemia, impulsado por un turismo récord y un creciente número de extranjeros que se asentaron en Paraguay.
A pesar de los indicadores positivos, el presidente Peña reconoció las tensiones inherentes a una economía en desarrollo. Se refirió específicamente al aumento de la canasta alimentaria, señalando que si bien los altos precios de la carne de res benefician a los sectores ganadero e industrial, representan un desafío significativo para la clase media y el consumidor en general.
Este es el gran desafío en materia de políticas públicas, afirmó Peña. Equilibrar los beneficios para nuestros sectores productivos con el impacto en el bolsillo del consumidor es el objetivo.